Juan Antonio Herrera Tejedor
Los equipos de valoración y cuidados geriátricos surgieron en los años noventa como unidades interdisciplinarias que iban a introducir el modo de actuación de la Geriatría en los hospitales españoles. Pero nacieron infradotados y sin perspectivas de crecimiento a medio plazo, lo que, añadido a la falta de responsabilidad directa sobre los cuidados, hacen que su eficiencia no se haya podido contrastar suficientemente, excepto en la intervención en servicios de traumatología. En este artículo se señalan algunas propuestas para mejorar su efectividad, aunque es indudable que es necesaria la participación del equipo en el plan de cuidados del paciente, así como el seguimiento tras el alta, para rentabilizar la intervención geriátrica.