Desde el principio de los tiempos, la población y las figuras que se han encargado de los cuidados de su salud han establecido unas relaciones que en general han sido verticales en distintos grados, según la evolución histórica y las distintas profesiones. Con el reconocimiento de los derechos de las personas y la democratización de las relaciones sociales, esta corriente también comienza a calar entre los profesionales de la salud y los usuarios, es recogida en el principio bioético de la autonomía y plasmada en el consentimiento informado.
Los profesionales de Enfermería, dado el rol que asumen en la actualidad, deben replantearse su relación con los usuarios y con el proceso de información que estos precisan para tomar decisiones libres sobre su salud.