Francisco Morales Olivas, Luis Estañ Yago
Se denomina interacción farmacológica a la modificación cuantitativa o cualitativa del efecto de un fármaco por la administración simultánea o sucesiva de otro. Los pacientes con hipertensión arterial, sobre todo los ancianos, presentan con frecuencia enfermedades concomitantes que requieren la administración conjunta de varios medicamentos, lo que facilita la aparición de interacciones. La falta de eficacia del tratamiento antihipertensivo es un hecho relativamente frecuente que, en ocasiones, se debe a interacciones de los fármacos antihipertensivos con otros tratamientos concomitantes. La incidencia de las interacciones es difícil de determinar, pero se relaciona con el número de fármacos administrados conjuntamente. Entre el 37 y el 60% de los pacientes que ingresan en un hospital están tratados con asociaciones de medicamentos potencialmente peligrosas y hasta un 6% de acontecimientos mortales son debidos a esta circunstancia. Entre los fármacos antihipertensivos, los diuréticos y los inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina (IECA) son los menos afectados por las interacciones. Los bloqueadores beta adrenérgicos liposolubles pueden presentar algunas con interés clínico, mientras que el grupo de los antagonistas del calcio, en especial los no dihidropiridínicos, es el más implicado en interacciones farmacocinéticas que pueden tener importancia clínica. Los antagonistas del receptor de la angiotensina II (ARA II) presentan diferencias entre ellos que deberían ser tenidas en cuenta al administrarlos a pacientes que reciben otros medicamentos. Aunque para el médico práctico es imposible recordar todas las interacciones de interés clínico, tenerlas presentes y considerar los posibles mecanismos de producción puede ayudar a identificarlas y contribuir a su prevención. Las interacciones que con mayor frecuencia causan problemas son las de tipo farmacocinético, sobre todo las relacionadas con el metabolismo a través del sistema del citocromo P450 o el aclaramiento presistémico por medio de la P-glucoproteína. El hecho de que algunas isoformas del citocromo puedan presentar polimorfismos explican las diferencias interindividuales en la respuesta a algunos fármacos o en la presentación de interacciones.