Fundamento y objetivo: Se ha admitido la determinación ocasional de la presión arterial (PA) en el antebrazo del paciente obeso. Sin embargo, muy pocos estudios comparan la concordancia entre la PA determinada en el brazo y el antebrazo. Nuestro objetivo fue conocer si la determinación de la PA en el antebrazo de pacientes obesos tiene buena concordancia con la determinación convencional en el brazo. Sujetos y método: Estudio descriptivo transversal en un centro de salud, con 54 pacientes con índice de masa corporal mayor de 26 kg/m2. La unidad de estudio fue la extremidad superior (n = 108). Se midió la PA 3 veces en cada brazo y antebrazo (12 determinaciones por paciente) mediante un equipo OMRON 705CP, en orden aleatorio. Resultados: El 77,8% eran mujeres. La media de edad fue de 60,2 (12,7) años; el índice de masa corporal medio de: 38,6 (5,5) kg/m2 y un 79,6% eran hipertensos. La media de la PA fue superior en el antebrazo que en el brazo: 137,7 (16,9) mmHg frente a 132,1 (18) mmHg (p < 0,001), para la PA sistólica (PAS) y 79,8 (11,2) mmHg frente a 78,3 (9,9) mmHg (p = 0,04) para la PA diastólica (PAD), respectivamente. Los coeficientes de correlación intraclase brazo/antebrazo fueron de 0,83 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,77-0,88) y de 0,74 (IC del 95%, 0,65-0,82) para la PAS y la PAD, respectivamente. La media de las diferencias entre brazo y antebrazo fue de 5,5 mmHg (IC del 95%, ¿14,5 a 25,5) para la PAS y de 1,53 mmHg (IC del 95%, ¿13,5 a 16,5) para la PAD. Conclusiones: En las personas obesas, las diferencias de PA entre brazo y antebrazo son clínicamente relevantes, por lo que no parece conveniente la determinación en este último.