El envejecimiento de nuestra sociedad ha provocado que la osteoporosis sea una de las afecciones más prevalentes en los ancianos, con el consiguiente aumento del riesgo de fracturas que dicha enfermedad provoca. En este estudio se ha pretendido valorar el conocimiento que tienen los ancianos de esta afectación y valorar sus hábitos de vida en relación a la misma.
Los resultados de nuestro estudio demuestran que los conocimientos de los ancianos sobre la osteoporosis son, cuanto menos, deficientes, sobre todo en lo referido a las medidas establecidas para evitar las caídas. Así mismo, la mayoría de ancianos reconocen la necesidad de recibir información sobre la misma, puesto que existe una gran preocupación debida al riesgo de sufrir una fractura. Justificamos de este modo la necesidad de crear un programa de educación sanitaria prevenido a minimizar los efectos de la osteoporosis en los ancianos.