La angioplastia coronaria es un procedimiento terapéutico invasivo en el que generalmente se utiliza la arteria femoral como vía de acceso y con el que son tratados cada vez un mayor número de pacientes. Las mejoras en los materiales y las técnicas empleadas han contribuido a una tasa de éxitos superior al 90%, pero no por ello exento de riesgos. Por este motivo, es conveniente estar protocolizado y consensuado por el equipo médico y de enfermería; resultando importante la actuación de éste último tras ser recibidos los pacientes en la Unidad de hospitalización.