• El uso de antipsicóticos en la población anciana con demencia se asocia a riesgo de muerte, eventos cerebrovasculares, caídas, infecciones del tracto urinario, aumento de peso, diabetes y mayores tasas de hospitalización e institucionalización, entre otros.
• A pesar de su eficacia limitada, los antipsicóticos son el tratamiento farmacológico más ampliamente utilizado para los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia.
• La mortalidad relacionada con los antipsicóticos puede ser mayor al comienzo del tratamiento, por lo tanto, se debe realizar una evaluación exhaustiva de riesgo-beneficio que incluya el riesgo cardiovascular antes de comenzar con estos medicamentos.
• La necesidad de continuar con los antipsicóticos debe revisarse regularmente y suspender la medicación lo antes posible. Su retirada puede mejorar la supervivencia a largo plazo y no se asocia con recaída de la agitación.
• Las conclusiones de la última revisión Cochrane sobre retirada de antipsicóticos se basan en pocos estudios o en pequeños subgrupos. Se requiere más evidencia de los beneficios y daños asociados con la retirada de los antipsicóticos en las personas ancianas con demencia y síntomas neuropsiquiátricos leves y graves.