Anna Montalà Agulló
La ansiedad es una emoción experimentada ante situaciones que se perciben como amenazantes, caracterizándose por un sentimiento de inseguridad o temor sin una causa externa definida. A diferencia del miedo, en la ansiedad no se identifica claramente el objeto de amenaza. Las personas con trastornos de ansiedad tienden a preocuparse en exceso por múltiples aspectos de la vida cotidiana, lo que puede afectar su funcionamiento social y laboral.
Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad reconocidos por la Asociación Psiquiátrica Americana. Sus causas son multifactoriales, incluyendo predisposición genética, experiencias traumáticas y factores del entorno. Los síntomas varían, desde palpitaciones y temblores hasta insomnio e irritabilidad.
El diagnóstico se basa en criterios clínicos y no suele requerir pruebas complementarias si los síntomas son claros. El tratamiento incluye terapia cognitivo-conductual, terapia de aceptación y compromiso, técnicas de relajación, y tratamientos farmacológicos como antidepresivos, benzodiacepinas y buspirona. La combinación de psicoterapia y farmacoterapia es la más eficaz.
Anxiety is an emotional response to perceived threats, marked by feelings of insecurity or fear without a clearly defined external cause. Unlike fear, which involves a known threat, anxiety stems from internal sensations of danger and difficulty formulating a response. Individuals suffering from anxiety disorders often experience excessive worry about everyday concerns, impacting social and occupational functioning.
According to the American Psychiatric Association. Causes are multifactorial and may include genetic predisposition, traumatic events, and environmental factors. Symptoms can range from palpitations and trembling to insomnia and irritability.
Diagnosis is primarily clinical, based on standardized criteria, and often does not require additional testing. Treatment options include cognitive-behavioral therapy, acceptance and commitment therapy, stress management techniques, and pharmacological interventions such as antidepressants, benzodiazepines, and buspirone. The combined approach of psychotherapy and medication yields the best outcomes.