Rosana Gracia Marcén, Estefanía Ndjou'ou Murillo, Almudena Basallo Vea Murguía, David Sancho Guillén, María Inés Arbués Pascual, María Carmen Albiac Cubeles
La acromegalia es una enfermedad endocrina rara y crónica que se produce por una producción excesiva de hormona del crecimiento, también llamada GH, en la edad adulta, generalmente debido a una neoplasia benigna en la glándula pituitaria. A diferencia del gigantismo, que ocurre en la infancia antes del cierre de los cartílagos de crecimiento, la acromegalia se manifiesta con el engrosamiento e hipertrofia de huesos y tejidos blandos, ya que los huesos largos no pueden seguir creciendo en longitud¹.
Entre los signos más notorios se encuentra el agrandamiento gradual de manos y pies, lo que lleva a un aumento de la talla de guantes, anillos y zapatos. Los rasgos faciales se vuelven toscos, con un aumento del tamaño de la mandíbula(prognatismo), la frente, la nariz, los labios y la lengua(macroglosia), así como la separación entre los dientes (diastema). Además de estos cambios físicos evidentes, los pacientes pueden experimentar una amplia gama de síntomas internos y externos; la piel se vuelve más gruesa, áspera y grasosa, a menudo acompañada de sudoración excesiva y olor corporal. La voz se hace más profunda y ronca debido al engrosamiento de las cuerdas vocales y al agrandamiento de los senos paranasales. Son frecuentes los dolores de cabeza, que pueden ser intensos, y los problemas de visión, incluyendo la pérdida de visión periférica, si el tumor pituitario comprime el nervio óptico. Los dolores articulares también llamados artralgias, son muy comunes y pueden progresar a una artritis degenerativa invalidante, limitando la movilidad¹.
Acromegaly is a rare and chronic endocrine disease caused by an excessive production of growth hormone, also known as GH, in adulthood, usually due to a benign tumor in the pituitary gland. Unlike gigantism, which occurs in childhood before the growth plates close, acromegaly manifests with thickening and enlargement of bones and soft tissues, as the long bones can no longer grow in length.
Among the most noticeable signs is the gradual enlargement of the hands and feet, leading to increased sizes of gloves, rings, and shoes. Facial features become coarse, with an enlarged jaw (prognathism), forehead, nose, lips, and tongue (macroglossia), as well as a gap between the teeth (diastema). In addition to these obvious physical changes, patients may experience a wide range of internal and external symptoms; the skin becomes thicker, rougher, and oilier, often accompanied by excessive sweating and body odor. The voice becomes deeper and hoarser due to thickening of the vocal cords and enlargement of the paranasal sinuses. Headaches are common, which can be severe, along with vision problems, including loss of peripheral vision, if the pituitary tumor compresses the optic nerve. Joint pains, also called arthralgias, are very frequent and can progress to a disabling degenerative arthritis, limiting mobility.