Carlota Corthay Aznárez, Andrea Güell Cardeñosa, Marina Gutiérrez Modrego, Adriana Hidalgo Machado, Victoria Alcaine Omedas, Lucía Bello Murillo
La angina de pecho es una manifestación clínica de una enfermedad cardiovascular subyacente, especialmente de la enfermedad coronaria. Se produce cuando hay un desequilibrio entre la demanda y el suministro de oxígeno al músculo cardíaco, generalmente por una reducción del flujo sanguíneo debido al estrechamiento de las arterias coronarias1.
A nivel global, representa un problema importante de salud pública, ya que es una de las formas más comunes de presentación de la isquemia cardíaca. Su prevalencia aumenta con la edad y está estrechamente relacionada con factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol elevado y el sedentarismo2,3.
La angina de pecho no solo impacta en la salud individual, sino que también tiene consecuencias socioeconómicas significativas debido a la pérdida de productividad, las limitaciones en la calidad de vida y la carga sobre los sistemas sanitarios4.
Angina pectoris is a clinical manifestation of an underlying cardiovascular disease, particularly coronary artery disease. It occurs when there is an imbalance between the oxygen demand and supply to the heart muscle, usually due to reduced blood flow caused by the narrowing of coronary arteries1.
Globally, it represents a major public health issue, as it is one of the most common presentations of cardiac ischemia. Its prevalence increases with age and is closely linked to risk factors such as hypertension, smoking, diabetes, high cholesterol, and physical inactivity2,3.
Angina pectoris not only affects individual health but also has significant socioeconomic consequences due to loss of productivity, limitations in quality of life, and the burden on healthcare systems4.