La bronquitis aguda es una inflamación común y transitoria de las vías respiratorias principales de los pulmones, los bronquios, que no implica los alvéolos. Generalmente es causada por una infección viral, aunque en menor medida, también puede ser de origen bacteriano; afecta a personas de todas las edades, pero es más frecuente en niños pequeños y adultos mayores, así como en fumadores y en personas con el sistema inmunitario debilitado¹.
Los síntomas principales de la bronquitis aguda incluyen tos, que a menudo comienza seca y luego produce esputo, dolor en el pecho o malestar al toser, sibilancias, fatiga leve y, ocasionalmente, fiebre baja. A diferencia de la neumonía, la bronquitis aguda no suele causar dificultad respiratoria grave ni infiltrados pulmonares en las radiografías¹.
La tos puede llegar a persistir hasta por tres semanas, incluso después de que otros síntomas hayan desaparecido. La prevalencia de la bronquitis aguda es alta, especialmente durante los meses de otoño e invierno, coincidiendo con la temporada de resfriados y gripe. Se estima que es una de las afecciones respiratorias más diagnosticadas de la atención primaria y su surgimiento es típicamente abrupto, desarrollándose en unos pocos días después de la infección viral del tracto respiratorio superior, un resfriado común.
Acute bronchitis is a common and temporary inflammation of the main airways of the lungs, the bronchi, which does not involve the alveoli. It is generally caused by a viral infection, although to a lesser extent, it can also be of bacterial origin; it affects people of all ages, but is more frequent in young children and the elderly, as well as in smokers and people with weakened immune systems.
The main symptoms of acute bronchitis include cough, which often starts dry and then produces sputum, chest pain or discomfort when coughing, wheezing, mild fatigue, and occasionally low-grade fever. Unlike pneumonia, acute bronchitis usually does not cause severe breathing difficulty or lung infiltrates visible on X-rays.
The cough can persist for up to three weeks, even after other symptoms have disappeared. The prevalence of acute bronchitis is high, especially during the fall and winter months, coinciding with cold and flu season. It is estimated to be one of the most diagnosed respiratory conditions in primary care, and its onset is typically abrupt, developing within a few days after a viral upper respiratory tract infection, such as a common cold.