La crisis addisoniana, o insuficiencia suprarrenal aguda, es una emergencia endocrina que se produce por una deficiencia repentina de cortisol, y en algunos casos de aldosterona. Afecta principalmente a pacientes con insuficiencia suprarrenal primaria, como la enfermedad de Addison, aunque también puede ocurrir en formas secundarias debido a hipopituitarismo o supresión del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal tras la retirada de glucocorticoides. Esta condición se manifiesta clínicamente con síntomas inespecíficos como fatiga intensa, vómitos, dolor abdominal, fiebre e hipotensión, pudiendo evolucionar a choque y muerte si no se trata de forma urgente.
El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y en hallazgos bioquímicos como hiponatremia, hiperkalemia, hipoglucemia y niveles bajos de cortisol sérico. La prueba de estimulación con ACTH puede confirmar el diagnóstico en situaciones no urgentes. El tratamiento consiste en la administración rápida de hidrocortisona intravenosa, junto con fluidoterapia y corrección de desequilibrios metabólicos. Es fundamental también tratar el factor precipitante y educar al paciente para evitar recurrencias.
Pese a su baja prevalencia, la crisis addisoniana tiene una alta morbimortalidad si no se reconoce y maneja a tiempo. La formación del personal sanitario, el seguimiento endocrinológico regular y el empoderamiento del paciente son claves para su prevención. Nuevas tecnologías orientadas al autocuidado y la respuesta ante emergencias pueden jugar un papel importante en la mejora del pronóstico y la calidad de vida de los pacientes.
Addisonian crisis, or acute adrenal insufficiency, is an endocrine emergency caused by a sudden deficiency of cortisol, and in some cases aldosterone. It primarily affects patients with primary adrenal insufficiency, such as Addison’s disease, although it can also occur in secondary forms due to hypopituitarism or suppression of the hypothalamic-pituitary-adrenal axis following glucocorticoid withdrawal. Clinically, it presents with nonspecific symptoms such as severe fatigue, vomiting, abdominal pain, fever, and hypotension, which can progress to shock and death if not promptly treated.
Diagnosis is based on clinical suspicion and biochemical findings, including hyponatremia, hyperkalemia, hypoglycemia, and low serum cortisol levels. The ACTH stimulation test can confirm the diagnosis in non-urgent settings. Treatment involves immediate intravenous administration of hydrocortisone, fluid resuscitation, and correction of metabolic imbalances. Identifying and treating the precipitating factor, as well as educating the patient, are crucial for preventing recurrences.
Despite its low prevalence, Addisonian crisis carries a high morbidity and mortality if not recognized and managed promptly. Healthcare professional training, regular endocrinological follow-up, and patient empowerment are essential for prevention. Emerging technologies aimed at self-care and emergency response may play a significant role in improving outcomes and quality of life for affected individuals.