El buceo es un deporte en el que el cuerpo se expone a condiciones extremas, pudiendo causar lo cual diversas patologías relacionadas directamente con los cambios de presión. Entre ellas encontramos: la enfermedad por descompresión (EDC), el barotrauma, el síndrome de sobrepresión pulmonar y la narcosis por nitrógeno. La gravedad de estas patologías es variable, y su estudio resulta crucial para mejorar los protocolos de prevención y tratamiento garantizando así la seguridad de los buceadores.
El manejo de esta actividad o deporte requiere un enfoque multidisciplinario en las que las medidas preventivas tienen gran importancia como por ejemplo el entrenamiento adecuado y el uso de equipos seguros. La cámara hiperbárica ha demostrado ser un gran avance para el tratamiento de la EDC en la prevención de daños neurológicos graves. El uso de ultrasonidos para la detección temprana de burbujas en circulación también ha sido desarrollado como medida diagnóstica. La educación de los buceadores y la correcta planificación de inmersiones son las medidas más eficaces para reducir los riesgos asociados.
Hay falta de ensayos controlados sobre tratamientos específicos y diferencia en los protocolos terapéuticos, lo que resalta la necesidad de establecer una serie de directrices a nivel global. A pesar de ser patologías prevenibles, se debe realizar énfasis en la investigación centrada en la optimización de tratamientos y la minimización de riesgos asociados a la actividad.
Scuba diving is a sport in which the body is exposed to extreme conditions, potentially causing various pathologies directly related to pressure changes. Among them, we find decompression sickness (DCS), barotrauma, pulmonary overpressure syndrome, and nitrogen narcosis. The severity of these conditions varies and studying them is crucial to improving prevention and treatment protocols, thus ensuring the safety of divers.
Managing this activity or sport requires a multidisciplinary approach, where preventive measures play a key role, such as proper training and the use of safe equipment. The hyperbaric chamber has proven to be a significant advancement in treating DCS and preventing severe neurological damage. The use of ultrasound for the early detection of circulating bubbles has also been developed as a diagnostic measure. Educating divers and properly planning dives are the most effective measures for reducing associated risks.
There is a lack of controlled trials on specific treatments and differences in therapeutic protocols, highlighting the need to establish a set of global guidelines. Despite being preventable conditions, emphasis should be placed on research aimed at optimizing treatments and minimizing risks associated with the activity.