Ariadna Gracia Prad, Silvia Carnicer Izaguerri, Paula Bujalance Latasa, Oumaima Aboulmakarim Rabbani
El síndrome respiratorio agudo severo causado por el SARS-CoV-2 es un virus que se une al receptor ACE2 y causa COVID-19. En un estudio reciente, todos los pacientes mostraron anticuerpos IgG tras 17-19 días de síntomas. La infección puede ser asintomática o causar desde síntomas leves hasta neumonía grave. COVID-19 tiene tres etapas: la primera muestra síntomas leves, la segunda incluye disnea y neumonía, y la tercera implica un deterioro clínico.
El virus puede causar diversas secuelas, como problemas respiratorios, síntomas neuropsiquiátricos, y disminución de la función pulmonar. Aproximadamente el 60% de los jóvenes entre 16 y 30 años reportaron síntomas persistentes seis meses después de la infección. Las manifestaciones de la enfermedad son comunes en los sistemas respiratorio, gastrointestinal, cardiovascular y neurológico.
La transmisión del virus se origina en murciélagos y puede ocurrir a través de otros animales intermedios, como mariscos. También se transmite entre personas por aerosoles y en hospitales, donde hay muchos infectados.
Factores de riesgo para una mayor mortalidad incluyen edad avanzada, comorbilidades, y el deterioro de la función respiratoria. Para diagnosticar el SARS-CoV-2, el método más utilizado es RT-PCR, que detecta el ARN del virus, mientras que las pruebas de anticuerpos pueden medir la presencia de IgM e IgG.
El tratamiento incluye agentes antivirales como inhibidores de proteasas, tocilizumab, corticosteroides, anticoagulantes y anticuerpos terapéuticos. La prevención es clave, y se implementan medidas de control de infecciones en hospitales. Estas incluyen el aislamiento de pacientes, uso de mascarillas, higiene de manos, y limpieza de áreas. La inmunoglobulina intravenosa y el desarrollo de vacunas son también cruciales para controlar la pandemia.
Severe acute respiratory syndrome (SARS-CoV-2) is a virus that binds to the ACE2 receptor and causes COVID-19. In a recent study, all patients showed IgG antibodies after 17–19 days of symptoms. Infection can be asymptomatic or cause mild symptoms to severe pneumonia. COVID-19 has three stages: the first shows mild symptoms, the second includes dyspnea and pneumonia, and the third involves clinical deterioration.
The virus can cause various sequelae, such as respiratory problems, neuropsychiatric symptoms, and decreased lung function. Approximately 60% of young people between 16 and 30 years of age reported persistent symptoms six months after infection. Manifestations of the disease are common in the respiratory, gastrointestinal, cardiovascular, and neurological systems.
The virus originates in bats and can occur through other intermediate animals, such as shellfish. It is also transmitted between people through aerosols and in hospitals, where there are many infected individuals. Risk factors for increased mortality include advanced age, comorbidities, and impaired respiratory function. To diagnose SARS-CoV-2, the most widely used method is RT-PCR, which detects viral RNA, while antibody tests can measure the presence of IgM and IgG.
Treatment includes antiviral agents such as protease inhibitors, tocilizumab, corticosteroids, anticoagulants, and therapeutic antibodies. Prevention is key, and infection control measures are implemented in hospitals. These include patient isolation, mask use, hand hygiene, and cleaning of areas. Intravenous immunoglobulin and vaccine development are also crucial to controlling the pandemic.