El delirio es un síndrome neuropsiquiátrico grave que afecta la atención y otras funciones cognitivas, y puede incluir síntomas como psicosis, delirios y alucinaciones. Este síndrome es comúnmente desencadenado por enfermedades agudas, consumo de drogas, traumas o cirugías, aunque también puede ser causado por condiciones neurológicas. La duración del delirio puede variar, y la falta de términos consistentes afecta su estudio y diagnóstico.
La prevalencia del delirio varía entre grupos de pacientes. Aproximadamente el 23% de los adultos hospitalizados lo experimentan, y puede llegar a más del 60% en cuidados paliativos. En niños, la prevalencia puede oscilar entre el 4% y el 50%, dependiendo de su estado de salud.
Existen varios factores que pueden desencadenar el delirio, que se pueden clasificar en ocho categorías, como factores quirúrgicos y enfermedades sistémicas. También hay factores que ayudan a prevenirlo, como la administración de opioides orales y la riqueza ambiental en el entorno hospitalario.
El diagnóstico del delirio se realiza de manera clínica, a través de la evaluación del estado mental del paciente y la observación de cambios. Se utilizan pruebas como el mini-mental test para confirmar la presencia de delirio y diferenciarlo de condiciones como la demencia. El examen Wsico y neurológico es fundamental para identificar posibles causas subyacentes.
El tratamiento eficaz del delirio comienza con intervenciones no farmacológicas, como el fomento de la movilización temprana y la estimulación cognitiva. Si estas no son efectivas, se pueden considerar medicamentos como antipsicóticos. No hay fármacos para prevenir el delirio, pero las estrategias no farmacológicas y los cuidados adecuados ayudan a reducir el riesgo y los efectos del delirio en los pacientes.
Delirium is a severe neuropsychiatric syndrome that affects aYenZon and other cogniZve funcZons, and may include symptoms such as psychosis, delusions and hallucinaZons. This syndrome is commonly triggered by acute illness, drug use, trauma or surgery, although it can also be caused by neurological condiZons. The duraZon of delirium can vary, and the lack of consistent terms affects its study and diagnosis.
The prevalence of delirium varies between paZent groups. Approximately 23% of hospitalised adults experience delirium, and it can reach over 60% in palliaZve care. In children, the prevalence can range from 4% to 50%, depending on their health status.
There are several factors that can trigger delirium, which can be classified into eight categories, such as surgical factors and systemic diseases. There are also factors that help prevent delirium, such as the administraZon of oral opioids and environmental richness in the hospital se]ng.
The diagnosis of delirium is made clinically, through assessment of the paZent’s mental state and observaZon of changes. Tests such as the mini-mental test are used to confirm the presence of delirium and differenZate it from condiZons such as demenZa. Physical and neurological examinaZon is essenZal to idenZfy possible underlying causes.
EffecZve treatment of delirium begins with non-pharmacological intervenZons, such as early mobilisaZon promoZon and cogniZve sZmulaZon. If these are not effecZve, medicaZons such as anZpsychoZcs may be considered. There are no drugs to prevent delirium, but non-pharmacological strategies and appropriate care help to reduce the risk and effects of delirium in paZents.