Victoria Alcaine Omedas, Lucía Bello Murillo, Carlota Corthay Aznárez, Andrea Güell Cardeñosa, Marina Gutiérrez Modrego, Adriana Hidalgo Machado
La obesidad infantil es una enfermedad crónica compleja y multifactorial que ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. Afecta a millones de niños y niñas, comprometiendo su salud física, emocional y social. Este trabajo presenta una revisión bibliográfica sobre la obesidad infantil, abordando su clasificación, etiología, epidemiología, manifestaciones clínicas, prevención, diagnóstico, tratamiento, y el papel fundamental de la alimentación y el estilo de vida. Se evidencian múltiples factores de riesgo, desde predisposición genética hasta condiciones sociales desfavorables, que contribuyen a la aparición y mantenimiento del exceso de peso en la infancia. Asimismo, se destacan las graves consecuencias metabólicas y psicológicas que puede provocar si no se interviene oportunamente. La prevención primaria basada en hábitos saludables desde edades tempranas, la educación alimentaria y el fomento de la actividad física constituyen estrategias clave para enfrentar esta problemática. Un enfoque multidisciplinario e integral es esencial para el abordaje eficaz de esta enfermedad, involucrando a familias, profesionales de salud, escuelas y políticas públicas.
Childhood obesity is a complex, chronic, and multifactorial disease that has reached epidemic proportions globally. It affects millions of children and adolescents, compromising their physical, emotional, and social well-being. This paper provides a literature review on childhood obesity, addressing its classification, etiology, epidemiology, clinical manifestations, prevention, diagnosis, treatment, and the critical role of nutrition and lifestyle. Various risk factors, from genetic predisposition to unfavorable social conditions, contribute to the development and persistence of excess weight during childhood. The serious metabolic and psychological consequences of untreated obesity are also highlighted. Primary prevention through the promotion of healthy habits from early ages, nutritional education, and physical activity are key strategies to address this issue. An effective approach to this disease requires a comprehensive, multidisciplinary effort involving families, healthcare professionals, schools, and public policies.