La lactancia materna exclusiva (LME) durante los seis primeros meses de vida es reconocida como la estrategia nutricional y sanitaria más eficaz, natural y sostenible para la protección y promoción de la salud del binomio madre-hijo. La leche materna proporciona todos los nutrientes esenciales en cantidad y calidad adecuadas, contiene factores inmunológicos activos que protegen frente a infecciones respiratorias, gastrointestinales y urinarias, y promueve el óptimo desarrollo neurológico y sensorial del lactante. Asimismo, se ha demostrado su papel protector frente a enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 1 y 2, y enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
En la madre, la LME favorece una recuperación fisiológica más rápida tras el parto, disminuye el riesgo de hemorragia postparto, contribuye a la involución uterina, y se asocia con una reducción significativa en la incidencia de cáncer de mama y ovario. Además, fortalece el vínculo afectivo madre-hijo, facilitando el apego temprano y el bienestar emocional.
Este estudio revisa la evidencia científica más actual sobre los beneficios de la LME en la salud del lactante y la madre, su impacto en la salud pública y su contribución a la sostenibilidad medioambiental. Se analizaron 25 estudios publicados entre 2013 y 2024, que coinciden en señalar la necesidad de reforzar el apoyo profesional, especialmente por parte de matronas, para garantizar una lactancia exitosa y duradera.
Los resultados respaldan la implementación de políticas activas, programas de apoyo individualizado y estrategias de acompañamiento profesional, posicionando a la matrona como figura clave en la promoción de la lactancia y en la protección de este derecho fundamental en la primera infancia.
Exclusive breastfeeding (EBF) during the first six months of life is recognized as the most effective, natural, and sustainable nutritional and health strategy to protect and promote the well-being of both mother and child. Breast milk provides all essential nutrients in the appropriate quantity and quality, contains active immunological components that protect against respiratory, gastrointestinal, and urinary infections, and promotes the optimal neurological and sensory development of the infant. Additionally, it plays a protective role against chronic conditions such as obesity, type 1 and type 2 diabetes, and cardiovascular disease later in life.
For the mother, EBF supports faster physiological recovery after childbirth, reduces the risk of postpartum hemorrhage, contributes to uterine involution, and is associated with a lower incidence of breast and ovarian cancers. It also strengthens the emotional bond between mother and child, facilitating early attachment and maternal well-being.
This study reviews the most recent scientific evidence on the benefits of EBF for both infant and maternal health, its impact on public health, and its contribution to environmental sustainability. A total of 25 studies published between 2013 and 2024 were analyzed, all of which emphasize the importance of qualified professional support—particularly by midwives— to ensure successful and sustained breastfeeding.
The findings support the implementation of active policies, individualized support programs, and professional guidance strategies, placing the midwife as a key figure in promoting breastfeeding and safeguarding this fundamental right during early childhood.