Sonsoles María Iglesias Constante, Pablo Aguilar Baines, Alicia Mas Álvarez, Marta Mimbrera Jericó, Susana Teresa Lacasa Viscasillas, Vanessa Pérez Gamazo
El acompañamiento continuo durante el trabajo de parto se reconoce como una intervención segura, eficaz y de bajo coste, con beneficios significativos tanto en los resultados obstétricos como en la vivencia emocional de la mujer. Esta práctica consiste en la presencia constante de una persona elegida por la gestante —como la matrona, su pareja, una doula u otra figura de confianza— que ofrece apoyo físico, emocional e informativo durante todas las etapas del parto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas entidades internacionales recomiendan esta estrategia como parte fundamental de una atención humanizada, centrada en la mujer y basada en la evidencia.
El presente estudio analiza los beneficios clínicos y emocionales del acompañamiento continuo, revisando su impacto en la duración del parto, reducción de cesáreas, menor uso de analgesia, mejores resultados neonatales y mayor sensación de control y empoderamiento materno. Asimismo, se subraya su contribución a la disminución del miedo, el estrés y la ansiedad, factores clave en la prevención de complicaciones emocionales posparto, como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.
Un aspecto destacado es el rol esencial de la matrona como profesional garante de esta práctica, asegurando condiciones seguras, respetuosas y adaptadas a las necesidades de cada mujer. A través del análisis de 20 estudios científicos publicados entre 2010 y 2024, esta revisión reafirma que el acompañamiento continuo es una herramienta clave en la mejora de la experiencia del parto, promoviendo un modelo asistencial más humano, empático y eficaz, que sitúa a la mujer en el centro del proceso.
Continuous support during labor is recognized as a safe, effective, and low-cost intervention with significant benefits for both obstetric outcomes and the emotional experience of the woman. This practice involves the uninterrupted presence of a person chosen by the laboring woman—such as a midwife, partner, doula, or trusted companion—who provides physical, emotional, and informational support throughout the entire labor process. The World Health Organization (WHO) and multiple international bodies recommend this approach as a fundamental element of evidence-based, woman-centered, and humanized maternity care.
This study analyzes the clinical and emotional benefits of continuous labor support, reviewing its impact on labor duration, cesarean section rates, analgesia use, neonatal outcomes, and the woman’s sense of control and empowerment. It also emphasizes its role in reducing fear, stress, and anxiety, which are critical in the prevention of postpartum emotional complications such as depression and post-traumatic stress disorder.
A key focus of this review is the essential role of the midwife as a professional who ensures the safe, respectful, and personalized implementation of continuous support. The analysis includes 20 scientific studies published between 2010 and 2024, highlighting the relevance of this intervention in improving maternal and neonatal outcomes.
Ultimately, the findings reaffirm that continuous labor support is a crucial tool for enhancing the childbirth experience, contributing to a more empathetic, effective, and respectful model of maternity care that places the woman at the center of the process and reinforces her autonomy and well-being.