Anna Montalà Agulló
Los trastornos de ansiedad representan una carga significativa para la salud mental global. En años recientes, el interés por los enfoques nutricionales en su manejo ha crecido, destacando los ácidos grasos omega-3 como posibles moduladores del estado de ánimo. Esta revisión monográfica integra evidencia proveniente de estudios observacionales, ensayos clínicos aleatorizados y análisis preclínicos para explorar la relación entre los niveles y la suplementación de ácidos grasos omega-3 y la ansiedad. Los hallazgos sugieren que una menor concentración de ácidos grasos omega-3, particularmente EPA y DHA, puede estar asociada con una mayor prevalencia de síntomas ansiosos. A su vez, múltiples meta-análisis reportan beneficios significativos de la suplementación con omega-3, especialmente en dosis que priorizan el EPA sobre el DHA. Los posibles mecanismos incluyen efectos antiinflamatorios, modulación del eje HHA y la neurotransmisión serotoninérgica. Si bien existe consenso respecto a su potencial terapéutico, persisten heterogeneidades metodológicas que limitan la generalización de resultados. Esta revisión destaca la necesidad de estandarizar protocolos de investigación para consolidar la evidencia clínica y mejorar las recomendaciones dietéticas.
Anxiety disorders represent a significant global mental health burden. In recent years, nutritional approaches to treatment have gained attention, with omega-3 fatty acids emerging as potential mood modulators. This monographic review integrates evidence from observational studies, randomized controlled trials, and preclinical research to explore the link between omega-3 fatty acid levels and anxiety. Findings suggest that lower levels of omega-3, particularly EPA and DHA, may be associated with increased anxiety symptoms. Moreover, several meta-analyses report significant benefits of omega-3 supplementation, especially when EPA is prioritized over DHA. Possible mechanisms include anti-inflammatory effects, modulation of the HPA axis, and serotonergic neurotransmission. While there is consensus about the therapeutic potential, methodological heterogeneity still limits the generalizability of findings. This review underscores the need to standardize research protocols to strengthen clinical evidence and dietary recommendations.