La disección coronaria espontánea (SCAD, por sus siglas en inglés) es una entidad clínica caracterizada por la separación no traumática y no aterosclerótica de las capas de la pared de una arteria coronaria. Este fenómeno puede dar lugar a la formación de un hematoma intramural (IMH) o a una rotura de la capa íntima, lo cual genera compresión del lumen arterial verdadero y, en consecuencia, compromete el flujo sanguíneo coronario.
SCAD representa una causa significativa de infarto agudo de miocardio (IAM) en mujeres jóvenes y de mediana edad, y se ha asociado con frecuencia a patologías subyacentes como la displasia fibromuscular. La obstrucción del flujo coronario, resultante tanto del IMH como de la disrupción intimal, puede inducir isquemia miocárdica y, en situaciones más graves, conducir a un IAM.
El diagnóstico de SCAD se establece principalmente mediante angiografía coronaria. No obstante, las técnicas de imagen intracoronaria, tales como la tomografía de coherencia óptica (OCT) y el ultrasonido intravascular (IVUS), permiten una evaluación más detallada y precisa de la disección. El manejo clínico suele ser conservador, dado que la intervención coronaria percutánea se asocia a una mayor tasa de complicaciones en comparación con los casos de enfermedad coronaria de origen aterosclerótico.
Spontaneous coronary artery dissection (SCAD) is a clinical entity characterized by a non-traumatic and non-atherosclerotic separation of the layers of the coronary artery wall. This process may lead to the formation of an intramural hematoma (IMH) or an intimal tear, resulting in compression of the true arterial lumen and subsequent impairment of coronary blood flow1,2.
SCAD is a significant cause of acute myocardial infarction (AMI) in young and middle-aged women, and it is frequently associated with underlying conditions such as fibromuscular dysplasia. The obstruction of coronary flow, whether due to IMH or intimal disruption, can result in myocardial ischemia and, in more severe cases, myocardial infarction.
The diagnosis of SCAD is primarily established through coronary angiography. However, intracoronary imaging techniques such as optical coherence tomography (OCT) and intravascular ultrasound (IVUS) provide more precise and detailed assessment of the dissection. Clinical management is typically conservative, as percutaneous coronary intervention is associated with a higher complication rate compared to atherosclerotic coronary disease3-5.