La violencia de género en la adolescencia representa un desafío social y de salud pública que demanda estrategias preventivas integrales. La educación se posiciona como una herramienta esencial para transformar actitudes, promover la equidad y desarrollar habilidades socioemocionales en los jóvenes. En este escenario, la enfermería, junto con sus auxiliares, desempeña un papel clave en la detección temprana, el acompañamiento emocional y la implementación de programas educativos preventivos. Este artículo explora la relevancia de la educación en la prevención de la violencia de género, destaca la labor de la enfermería y de los auxiliares de enfermería, enfatizando cómo la acción coordinada en diversos ámbitos (educativo, sanitario y comunitario) es fundamental para crear entornos seguros y equitativos.
Gender-based violence in adolescence represents a social and public health challenge that demands comprehensive preventive strategies. Education is positioned as an essential tool for transforming attitudes, promoting equity, and developing socioemotional skills in young people. In this context, nursing, along with nursing assistants, plays a key role in early detection, emotional support, and the implementation of preventive educational programs. This article explores the importance of education in the prevention of gender-based violence, highlights the work of nursing and nursing assistants, and emphasizes how coordinated action across various spheres (educational, healthcare, and community) is essential for creating safe and equitable environments.