La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por la restricción voluntaria de la ingesta alimentaria, distorsión de la imagen corporal y miedo intenso a ganar peso. Este artículo presenta un caso clínico de una paciente adolescente atendida en un centro de salud con diagnóstico de anorexia nerviosa, destacando el rol fundamental de enfermería en la valoración, planificación e implementación de cuidados integrales. La paciente, con un índice de masa corporal marcadamente bajo y síntomas físicos y emocionales severos, fue valorada utilizando el modelo de Virginia Henderson y clasificaciones NANDA, NIC y NOC. Se identificaron diagnósticos clave como desequilibrio nutricional, imagen corporal alterada y aislamiento social. Las intervenciones de enfermería incluyeron el monitoreo del estado nutricional, apoyo emocional, educación sanitaria y coordinación con el equipo multidisciplinario. Los resultados evidenciaron una evolución favorable, con mejoría en el peso, la aceptación del tratamiento y la participación familiar. Este caso subraya la importancia del enfoque holístico y continuo de enfermería en el tratamiento de los trastornos alimentarios, promoviendo la recuperación integral del paciente.
Anorexia nervosa is an eating disorder characterized by voluntary food restriction, body image distortion, and intense fear of weight gain. This article presents a clinical case of an adolescent patient treated at a health center with a diagnosis of anorexia nervosa, emphasizing the fundamental role of nursing in assessment, care planning, and implementation of comprehensive interventions. The patient, with a significantly low body mass index and severe physical and emotional symptoms, was assessed using Virginia Henderson’s model and the NANDA, NIC, and NOC classifications. Key nursing diagnoses included nutritional imbalance, disturbed body image, and social isolation. Nursing interventions focused on monitoring nutritional status, providing emotional support, delivering health education, and coordinating with the multidisciplinary team. The outcomes showed favorable progress, with improvement in weight, treatment adherence, and family involvement. This case highlights the importance of a holistic and continuous nursing approach in the treatment of eating disorders, promoting comprehensive patient recovery.