La vía subcutánea (SC) constituye una alternativa eficaz y segura para la administración de determinados fármacos, especialmente en pacientes con limitaciones en el uso de la vía oral o con necesidad de cuidados paliativos. Aunque históricamente ha sido subutilizada, su perfil farmacocinético y la simplicidad de la técnica han favorecido su adopción en ámbitos hospitalarios y domiciliarios. Este artículo revisa las principales indicaciones clínicas de la vía SC, sus ventajas frente a otras rutas como la intramuscular (IM) u oral (VO), así como sus limitaciones. Se describe la evidencia más reciente respecto al uso de analgésicos, antieméticos, insulina y tratamientos en cuidados paliativos. La vía SC se asocia con menor dolor que la IM, menor riesgo de complicaciones locales y una absorción predecible para fármacos lipofílicos y solubles en agua. Su aplicación en domicilio facilita la continuidad asistencial. La selección adecuada del fármaco, la técnica correcta y la rotación del punto de inyección son fundamentales para su efectividad y seguridad. La vía subcutánea representa una herramienta valiosa en el arsenal terapéutico, especialmente en pacientes frágiles o con necesidades especiales.
The subcutaneous (SC) route is an effective and safe alternative for the administration of certain drugs, especially in patients with limited oral administration or in need of palliative care. Although historically underutilized, its pharmacokinetic profile and the simplicity of the technique have favored its adoption in hospital and home settings. This article reviews the main clinical indications for the SC route, its advantages over other routes such as intramuscular (IM) or oral (PO), as well as its limitations. The most recent evidence regarding the use of analgesics, antiemetics, insulin, and treatments in palliative care is described. The SC route is associated with less pain than IM, a lower risk of local complications, and predictable absorption for lipophilic and water-soluble drugs. Its home administration facilitates continuity of care. Appropriate drug selection, correct technique, and injection site rotation are essential for its effectiveness and safety. The subcutaneous route represents a valuable tool in the therapeutic arsenal, especially in frail patients or those with special needs.