El tromboembolismo pulmonar es una obstrucción parcial o total de las arterias pulmonares, causada por materiales como trombos, grasa, gas o tumores que se desplazan desde distintas partes del cuerpo hasta los pulmones, impidiendo la circulación sanguínea y el intercambio de gases. Esta condición puede generar complicaciones severas e incluso la muerte, siendo un grave problema de salud pública debido a su alta incidencia y morbimortalidad. Esta enfermedad puede ser asintomática o incluir disnea, ortopnea, dolor torácico, tos, hemoptisis, edema en extremidades, taquicardia, fiebre y diaforesis.
El rol de la enfermería es fundamental en la atención del TEP, desde la identificación temprana de signos y síntomas hasta la implementación de cuidados especializados y el seguimiento del tratamiento. Enfermería debe administrar de forma segura los anticoagulantes, monitorizar complicaciones, educar al paciente sobre la prevención de caídas y promover estilos de vida saludables para reducir el riesgo de trombosis.
El Proceso de Atención de Enfermería (PAE) permite una atención sistemática y centrada en el paciente, facilitando la identificación de problemas de salud, el establecimiento de diagnósticos y la planificación de intervenciones eficaces. La valoración inicial debe considerar factores de riesgo como inmovilización prolongada, cirugías recientes o antecedentes de trombosis. La evaluación continua de la respuesta al tratamiento mejora la seguridad del paciente y su pronta recuperación.
Pulmonary embolism is a partial or complete blockage of the pulmonary arteries, caused by materials such as clots, fat, gas, or tumors that travel from different parts of the body to the lungs, hindering blood circulation and gas exchange. This condition can lead to severe complications and even death, being a serious public health problem due to its high incidence and morbidity-mortality rates. The disease may be asymptomatic or include symptoms such as dyspnea, orthopnea, chest pain, cough, hemoptysis, edema in the extremities, tachycardia, fever, and diaphoresis.
The role of nursing is crucial in the care of pulmonary embolism, from the early identification of signs and symptoms to the implementation of specialized care and monitoring of treatment. Nursing must safely administer anticoagulants, monitor complications, educate the patient on fall prevention, and promote healthy lifestyle changes to reduce the risk of thrombosis.
The Nursing Care Process (NCP) allows for systematic, patient-centered care, facilitating the identification of health problems, establishing diagnoses, and planning effective interventions. The initial assessment should consider risk factors such as prolonged immobilization, recent surgeries, or a history of thrombosis. Continuous evaluation of the response to treatment improves patient safety and promotes timely recovery.