El trasplante renal es un procedimiento quirúrgico que implica la implantación de un riñón en un paciente con insuficiencia renal, el cual puede provenir de un donante vivo o fallecido. Aunque es la opción terapéutica más efectiva, no garantiza una solución permanente. La selección cuidadosa del receptor es crucial para minimizar complicaciones postoperatorias, y es esencial confirmar la necesidad del trasplante, ya que el procedimiento conlleva riesgos significativos, siendo el rechazo del injerto el más común. Para prevenirlo, los pacientes deben seguir un régimen de inmunosupresores de por vida, ya que el rechazo puede resultar en la pérdida del órgano o incluso la muerte.
A nivel global, la enfermedad renal crónica (ERC) afecta al 11% de la población en etapa de prediálisis, con una alta prevalencia de hipertensión arterial y diabetes mellitus entre los afectados. A pesar de los avances médicos que han mejorado la supervivencia, la edad y otros factores continúan influyendo en los resultados.
La hipertensión y la diabetes son las principales causas del fracaso del trasplante renal. Los cuidados de enfermería son fundamentales, abarcando tanto la preparación preoperatoria como el seguimiento postoperatorio, que incluye vigilancia y un plan de cuidados integral. La educación del paciente y sus familiares es esencial para optimizar la salud y el bienestar en todas las etapas del proceso de trasplante.
Kidney transplantation is a surgical procedure that involves implanting a kidney in a patient with kidney failure, which may come from a living or deceased donor. Although it is the most effective therapeutic option, it does not guarantee a permanent solution. Careful selection of the recipient is crucial to minimize postoperative complications, and it is essential to confirm the need for the transplant, as the procedure carries significant risks, with graft rejection being the most common. To prevent this, patients must follow a lifelong immunosuppressant regimen, as rejection can result in organ loss or even death.
Globally, chronic kidney disease (CKD) affects 11% of the pre-dialysis population, with a high prevalence of high blood pressure and diabetes mellitus among those affected. Despite medical advances that have improved survival, age and other factors continue to influence outcomes.
Hypertension and diabetes are the main causes of kidney transplant failure. Nursing care is essential, covering both preoperative preparation and postoperative follow-up, which includes monitoring and a comprehensive care plan. Patient and family education is essential to optimize health and well-being at all stages of the transplant process.