Noelia Guzmán Gasca, María Cavero Solanas, Jimena Moya Berned, Lucía Magdalena Martínez, Ana Escusol Marín, Julia Paricio Acero
El tromboembolismo pulmonar (TEP) es una condición médica grave en la cual se produce una oclusión inesperada de la arteria pulmonar por un trombo que se desprende procedente del sistema venoso profundo a nivel de los miembros inferiores. Se caracteriza por la presentación de disnea, dolor torácico tipo pleurítico, hemoptisis, tos y síncope. También pueden llegar a presentar taquicardia, taquipnea e hipotensión1,2.
El diagnóstico, a parte de sus signos y síntomas, se basa en pruebas específicas como análisis de sangre (dímero D) para pacientes de bajo riesgo, angiografía pulmonar por tomografía computarizada, gammagrafía de ventilación/perfusión pulmonar y ultrasonido doppler de las piernas2.
El tratamiento principal del TEP son los anticoagulantes tales como la heparina no fraccionada intravenosa y la heparina de bajo peso molecular subcutánea que se administran durante periodos amplios para poder disolver y reducir el riesgo de formación de nuevos coágulos2,3.
Es imprescindible detectar y prevenir de manera precoz el TEP para poder evitar complicaciones graves. El tratamiento adecuado es primordial para reducir el riesgo de muerte y mejorar el pronóstico del paciente3.
Pulmonary thromboembolism (PTE) is a serious medical condition in which there is unexpected occlusion of the pulmonary artery by a thrombus dislodged from the deep venous system at the level of the lower limbs. It is characterised by dyspnoea, pleuritic chest pain, haemoptysis, cough and syncope. Tachycardia, tachypnoea and hypotension may also occur.
Diagnosis, apart from signs and symptoms, is based on specific tests such as blood tests (D-dimer) for low-risk patients, CT pulmonary angiography, pulmonary ventilation/perfusion scintigraphy and Doppler ultrasound of the legs.
The main treatment for PTE is anticoagulants such as intravenous unfractionated heparin, subcutaneous low molecular weight heparin which are administered for extended periods in order to dissolve and reduce the risk of new clot formation.
Early detection and prevention of PTE is essential to avoid serious complications. Appropriate treatment is essential to reduce the risk of death and improve the patient’s prognosis.