Carlos Moreno Gálvez, Luis Corbatón Gomollón, Ignacio Ladrero Paños, Álvaro Morella Barreda, Javier Luna Ferrer, Javier Ordovás Sánchez
La hiponatremia es el trastorno electrolítico más frecuente en la práctica clínica y se define como una concentración sérica de sodio menor a 135 mEq/L. Su importancia radica en su impacto neurológico, especialmente en casos de instauración rápida o severa.
Se clasifica según la osmolaridad plasmática en hipotónica (la más común y clínicamente relevante), isotónica e hipertónica o por su gravedad en función del descenso en mEq de los niveles de sodio.
El manejo depende de la causa y gravedad. En casos leves, puede ser suficiente la restricción hídrica o el tratamiento de la causa subyacente. En hiponatremia moderada o grave con síntomas neurológicos, se requiere una corrección cuidadosa con solución salina hipertónica para evitar complicaciones como la mielinólisis central pontina. Además, el control estricto del sodio plasmático es fundamental para evitar sobrecorrecciones.
La identificación temprana y el manejo adecuado de la hiponatremia son clave para reducir la morbilidad y evitar complicaciones potencialmente fatales.
Hyponatremia is the most common electrolyte disorder in clinical practice and is defined as a serum sodium concentration below 135 mEq/L. Its significance lies in its neurological impact, particularly in cases of rapid onset or severe reduction.
It is classified based on plasma osmolality as hypotonic (the most common and clinically relevant), isotonic, or hypertonic, or according to severity based on the decrease in sodium levels (mEq).
Management depends on the cause and severity. In mild cases, fluid restriction or treatment of the underlying cause may be sufficient. In moderate to severe hyponatremia with neurological symptoms, careful correction with hypertonic saline solution is required to prevent complications such as central pontine myelinolysis. Additionally, strict monitoring of plasma sodium levels is essential to avoid overcorrection.
Early identification and appropriate management of hyponatremia are key to reducing morbidity and preventing potentially fatal complications.