Karen Vanessa Mira Escobar, María Luisa Pineda Romero, Paula Verdugo Altamirano, Cristina Rodríguez Casanueva, Rocio Puerta Castro, Laura Pueyo Galindo
La implementación de células madre en terapias regenerativas y neurológicas ha experimentado un crecimiento considerable durante los últimos años debido a su potencial y su capacidad para restaurar tejidos dañados y mejorar las funciones neuronales. Las células madre son herramientas poderosas para tratar enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple, puesto que permiten la regeneración celular. No obstante, aunque existen avances prometedores en estudios preclínicos, como los que ya se han observado en el tratamiento del Parkinson en concreto, los desafíos continúan, especialmente con relación a la selección celular y la integración de las células madre en los circuitos neuronales.
Autores como (Petrus-Reurer et al., 2021). Sugieren que, aunque los beneficios de estas terapias son amplios, pues ofrecen la posibilidad de revertir el daño neuronal, también implican riesgos significativos, como el rechazo inmunológico y la formación de tumores. Etc. Además, entre los factores claves para el éxito del tratamiento especialmente en el contexto neurológico, se destacan, las dificultades en la administración y la migración celular tras la inyección. Del mismo modo, el uso de células madre específicas para órganos como las pulmonares también se investiga por su potencial en la regeneración de tejidos neuronales, esto debido a que ciertos mecanismos biológicos compartidos entre el cerebro y los pulmones facilitarían este proceso.
Por otro lado, los aspectos regulatorios y éticos que se relacionan con el uso de las células madre continúan siendo áreas complejas pues se debaten gran cantidad de criterios sobre el tema. Pues la seguridad de estos tratamientos depende tanto de la calidad de las células como de su manejo apropiado en entornos clínicos. Finalmente, en cuanto a la investigación futura, es esencial mejorar la integración funcional de las células madre una vez implantadas y avanzar en la personalización de las terapias para optimizar su eficacia en el tratamiento de los trastornos neurológicos complejos.
The implementation of stem cells in regenerative and neurological therapies has experienced significant growth in recent years due to their potential and their ability to restore damaged tissues and improve neuronal functions. Stem cells are powerful tools for treating neurodegenerative diseases such as Parkinson’s disease, amyotrophic lateral sclerosis (ALS), and multiple sclerosis, as they enable cellular regeneration. However, despite promising advances in preclinical studies—such as those already observed in the treatment of Parkinson’s disease—challenges remain, particularly regarding cell selection and the integration of stem cells into neuronal circuits.
Authors such as Petrus-Reurer et al. (2021) suggest that, although the benefits of these therapies are substantial—offering the possibility to reverse neuronal damage—they also entail significant risks, including immune rejection and tumor formation. Additionally, among the key factors for the success of these treatments, especially in the neurological context, are the challenges related to the administration and migration of cells after injection. Similarly, the use of organ-specific stem cells, such as pulmonary stem cells, is also being explored for their potential in neural tissue regeneration, due to certain shared biological mechanisms between the brain and lungs that could facilitate this process.
On the other hand, regulatory and ethical issues related to the use of stem cells remain complex areas, with numerous criteria still under debate. The safety of these treatments depends not only on the quality of the cells but also on their proper handling in clinical settings. Finally, regarding future research, it is essential to improve the functional integration of implanted stem cells and to advance the personalization of therapies in order to optimize their effectiveness in the treatment of complex neurological disorders.