Sara Marquina Martín, Marta Sancho Larraz, Aser Cebollada Martínez, Blanca Montori Lacámara, Carla Sierra Santamaria
La catarata es una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo, caracterizada por la opacificación del cristalino y una disminución progresiva de la agudeza visual. Su etiología incluye el envejecimiento, factores congénitos, traumáticos, metabólicos y tóxicos. Su impacto socioeconómico es significativo, especialmente en países con acceso limitado a la cirugía, la única opción de tratamiento efectiva.
Desde el punto de vista fisiopatológico, la catarata se desarrolla debido a la desnaturalización de proteínas cristalinas, el estrés oxidativo y alteraciones en el balance iónico del cristalino. Se clasifica según su etiología (senil, congénita, traumática, metabólica y tóxica), morfología (nuclear, cortical, subcapsular posterior) y grado de evolución (incipiente, madura, hipermadura).
El diagnóstico se basa en la historia clínica, exploración oftalmológica y pruebas complementarias como ecografía ocular y tomografía de coherencia óptica. El tratamiento quirúrgico incluye la facoemulsificación, el procedimiento más utilizado por su rápida recuperación, la extracción extracapsular del cristalino y la cirugía con láser de femtosegundo, que ofrece una mayor precisión. Las lentes intraoculares (monofocales, multifocales y tóricas) desempeñan un papel clave en la rehabilitación visual postoperatoria.
Los avances recientes incluyen el uso de inteligencia artificial para personalizar el tratamiento, la nanotecnología en lentes intraoculares y nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas. Además, se investiga el uso de antioxidantes y terapias farmacológicas para retardar la progresión de la catarata.
En conclusión, la cirugía de cataratas ha evolucionado significativamente, mejorando los resultados visuales y la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, es necesario continuar con la investigación para optimizar las técnicas quirúrgicas, desarrollar tratamientos preventivos y garantizar el acceso equitativo a la cirugía en todo el mundo.
Cataract is one of the leading causes of reversible blindness in the world, characterised by opacification of the lens and a progressive decrease in visual acuity. Its aetiology includes ageing, congenital, traumatic, metabolic and toxic factors. Its socio-economic impact is significant, especially in countries with limited access to surgery, the only effective treatment option.
From a pathophysiological point of view, cataract develops due to denaturation of crystalline proteins, oxidative stress and alterations in the ionic balance of the lens. It is classified according to its aetiology (senile, congenital, traumatic, metabolic and toxic), morphology (nuclear, cortical, posterior subcapsular) and degree of evolution (incipient, mature, hypermature).
Diagnosis is based on clinical history, ophthalmological examinations and complementary tests such as ocular ultrasound and optical coherence tomography. Surgical treatment includes phacoemulsification, the most commonly used procedure due to its rapid recovery, extracapsular extraction of the crystalline lens and femtosecond laser surgery, which offers greater precision. Intraocular lenses (monofocal, multifocal and toric) play a key role in postoperative vision rehabilitation.
Recent advances include the use of artificial intelligence to personalise treatment, nanotechnology in intraocular lenses and new minimally invasive surgical techniques. In addition, the use of antioxidants and drug therapies to slow cataract progression is being investigated.
In conclusion, cataract surgery has evolved significantly, improving visual outcomes and patients’ quality of life. However, further research is needed to optimise surgical techniques, develop preventive treatments and ensure equitable access to surgery worldwide.