Marta Sancho Larraz, Blanca Montori Lacámara, Carla Sierra Santamaria, Sara Marquina Martín, Aser Cebollada Martínez
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular crónica y progresiva que afecta principalmente a personas mayores de 50 años, perjudicando la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada. Se clasifica en dos formas: seca, caracterizada por la acumulación de drusas y atrofia del epitelio pigmentario de la retina, y húmeda, que involucra la neovascularización coroidea, un proceso de formación de vasos sanguíneos anormales debajo de la retina que causa sangrados y daño. La DMAE es una de las principales causas de ceguera en adultos mayores, afectando su calidad de vida al interferir en tareas cotidianas. Su prevalencia aumenta con la edad y afecta a aproximadamente el 10-15% de personas mayores de 65 años, siendo más común en países desarrollados debido a la mayor esperanza de vida.
Los factores de riesgo de la DMAE incluyen la predisposición genética, el tabaquismo, la exposición a luz ultravioleta, una dieta deficiente, la hipertensión y la edad avanzada. Las mujeres y las personas de origen caucásico tienen un mayor riesgo, y la prevalencia aumenta con la edad. La enfermedad involucra una interacción compleja de factores genéticos, ambientales y demográficos. El diagnóstico se basa en la evaluación de la agudeza visual, el fondo de ojo, la rejilla de Amsler y pruebas de imagen como la tomografía de coherencia óptica (OCT), que ayuda a observar cambios en la retina, como la atrofia o la neovascularización. La patogénesis de la DMAE involucra procesos inflamatorios, estrés oxidativo y neovascularización, que contribuyen al daño de las células retinianas y la pérdida de visión.
Age-related macular degeneration (AMD) is a chronic, progressive eye disease that primarily affects individuals over the age of 50, damaging the macula, the central part of the retina responsible for detailed vision. It is classified into two forms: dry, characterized by the accumulation of drusen and atrophy of the retinal pigment epithelium, and wet, which involves choroidal neovascularization, a process of abnormal blood vessel formation beneath the retina that causes bleeding and damage. AMD is one of the leading causes of blindness in older adults, affecting their quality of life by interfering with daily tasks. Its prevalence increases with age and affects approximately 10-15% of individuals over 65, being more common in developed countries due to a longer life expectancy.
Risk factors for AMD include genetic predisposition, smoking, exposure to ultraviolet light, a poor diet, hypertension, and advanced age. Women and individuals of Caucasian descent are at higher risk, and prevalence increases with age. The disease involves a complex interaction of genetic, environmental, and demographic factors. Diagnosis is based on the evaluation of visual acuity, fundoscopy, the Amsler grid, and imaging tests such as optical coherence tomography (OCT), which helps to observe retinal changes like atrophy or neovascularization. The pathogenesis of AMD involves inflammatory processes, oxidative stress, and neovascularization, all of which contribute to retinal cell damage and vision loss.