Se expone el caso de una mujer de 43 años que consulta en Atención Primaria (AP) para la emisión de un parte de confirmación de incapacidad temporal por mareos recurrentes. Con antecedentes de esofagitis eosinofílica en seguimiento digestivo, la sintomatología se había atribuido inicialmente a la exacerbación de su patología de base, sin hallazgos objetivos concluyentes. La nueva valoración por la médica de AP permitió, mediante anamnesis dirigida, identificar signos sistémicos (pérdida ponderal, sudoración nocturna, palpitaciones) que orientaron hacia hipertiroidismo. La revisión de pruebas previas reveló TSH suprimida, confirmándose posteriormente Enfermedad de Graves mediante perfil tiroideo completo y anticuerpos TRAb y apoyo de ecografía clínica.
La coordinación entre AP y endocrinología facilitó el inicio precoz de tratamiento con metimazol y propranolol, así como una derivación preferente, logrando estabilización clínica y reincorporación laboral en 23 días. Este caso ejemplifica el rol esencial de AP en la detección precoz, coordinación interasistencial y manejo integral de patologías complejas, optimizando los resultados clínicos y funcionales.
We present the case of a 43-year-old woman who consulted in Primary Care (PC) for the issuance of a confirmation certificate for temporary work incapacity due to recurrent dizziness. With a history of eosinophilic esophagitis under gastroenterology follow-up, her symptoms were initially attributed to an exacerbation of her underlying condition, without conclusive objective findings. A new evaluation by the PC physician, through targeted anamnesis, identified systemic signs (weight loss, night sweats, palpitations) that suggested hyperthyroidism. A review of previous tests revealed suppressed TSH, and Graves’ disease was subsequently confirmed by a complete thyroid profile, positive TRAb antibodies, and supportive clinical ultrasound findings. Coordination between PC and endocrinology enabled the early initiation of treatment with methimazole and propranolol, along with a prioritized referral, leading to clinical stabilization and return to work within 23 days. This case highlights the critical role of Primary Care in early detection, inter-level coordination, and comprehensive management of complex diseases, thereby optimizing clinical and functional outcomes.