El triaje es un procedimiento esencial en los servicios de urgencias para priorizar la atención médica según la gravedad del paciente. Este proceso rápido y estructurado permite clasificar a los pacientes en categorías basadas en su estado clínico y tiempo máximo de espera recomendado. Dentro de este contexto, la frecuencia respiratoria (FR) emerge como un parámetro clave para evaluar la estabilidad hemodinámica proporcionando información crucial acerca de alteraciones sistémicas como hipoxia, sepsis o insuficiencia respiratoria, aunque a menudo es subestimada.
La medición de la FR, junto con otros signos vitales como la frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura, es indispensable en el triaje. Su monitoreo continuo mediante tecnologías avanzadas, como sensores portátiles, capnografía y cámaras termográficas, ha revolucionado la práctica clínica y emerge como una de las revoluciones tecnológicas del futuro: estas herramientas ofrecen precisión, reducen errores en la medición manual y permiten el seguimiento remoto de pacientes con enfermedades crónicas. No obstante, la implementación de estas tecnologías enfrenta desafíos relacionados con el costo, la validación clínica y la integración en los protocolos actuales.
El uso efectivo de la FR como indicador clave en sistemas de alerta temprana y triaje automatizado promete mejorar los resultados clínicos y la eficiencia del sistema sanitario.
Triage is an essential procedure in emergency services to prioritize medical care according to the severity of the patient’s condition. This quick and structured process allows for classifying patients into categories based on their clinical status and the maximum recommended waiting time. Within this context, respiratory rate (RR) emerges as a key parameter to assess hemodynamic stability, providing crucial information about systemic alterations such as hypoxia, sepsis, or respiratory failure, although it is often underestimated.
The measurement of RR, along with other vital signs such as heart rate, blood pressure, oxygen saturation, and temperature, is indispensable in triage. Its continuous monitoring through advanced technologies, such as portable sensors, capnography, and thermal imaging cameras, has revolutionized clinical practice and stands out as one of the technological revolutions of the future. These tools offer precision, reduce errors associated with manual measurement, and enable remote monitoring of patients with chronic diseases. However, the implementation of these technologies faces challenges related to cost, clinical validation, and integration into current protocols.
The effective use of RR as a key indicator in early warning systems and automated triage promises to improve clinical outcomes and the efficiency of healthcare systems.