María Berges Vidal, Belén Brau Sanz, Silvia Serrano Yus, Cristobal García Bragado, Natalia Bueno Latorre, María Castán Merino
La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad pulmonar crónica y progresiva que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes. La disnea, la tos persistente, la fatiga y las comorbilidades, como la hipertensión pulmonar y la insuficiencia cardíaca, deterioran tanto el bienestar físico como emocional de los pacientes. La progresión de la enfermedad agrava la calidad de vida, especialmente en etapas avanzadas. Además, la FPI se asocia con trastornos psicológicos, como ansiedad y depresión, que empeoran aún más la experiencia del paciente.
Diversos factores, como la edad, el género y la presencia de comorbilidades, influyen en el impacto de la enfermedad sobre la CV. Las estrategias de intervención incluyen tratamientos farmacológicos, como los antifibróticos (pirfenidona y nintedanib), y el uso de oxígeno suplementario, que mejoran la función pulmonar y reducen los síntomas. Los programas de rehabilitación pulmonar y el apoyo psicológico son fundamentales para mejorar la calidad de vida, aliviando tanto los síntomas físicos como los emocionales. En conjunto, un enfoque integral que incluya tratamiento médico, rehabilitación y soporte emocional es esencial para mejorar el bienestar de los pacientes con FPI.