Raquel Jimeno Gallego, María José Vicente Altabás, Mario García Hermosín, Damián García Navarro, Alejandro Martín Arrabal, Alejandro Chicharro Parras
Las bebidas energéticas son consumidas frecuentemente por adultos jóvenes con fines deportivos o estéticos, a pesar de sus potenciales efectos cardiovasculares. Presentamos el caso de un varón de 23 años sin antecedentes médicos relevantes, que acude por palpitaciones autolimitadas de una semana de evolución. En el electrocardiograma se observaron episodios compatibles con taquicardia paroxística supraventricular (TPSV), fibrilación auricular y taquicardia ventricular no sostenida con conducción aberrante. El paciente reconoció el consumo habitual de bebidas energéticas desde hacía un mes. Tras estabilización clínica con amiodarona intravenosa, fue remitido a Cardiología, donde se planteó ablación. Este caso resalta el potencial riesgo arrítmico asociado al consumo de estas sustancias, y la necesidad de detección y educación desde Atención Primaria.
Energy drinks are frequently consumed by young adults for performance or aesthetic purposes, despite their potential cardiovascular risks. We present the case of a 23-year-old male with no prior medical history, who presented with a one-week history of self-limited palpitations. The ECG revealed episodes of paroxysmal supraventricular tachycardia (PSVT), atrial fibrillation, and nonsustained ventricular tachycardia with aberrant conduction. The patient reported regular consumption of energy drinks for one month. After stabilization with intravenous amiodarone, he was referred to Cardiology where catheter ablation was proposed. This case highlights the arrhythmic potential of energy drinks and the importance of early identification and education in Primary Care settings.