La enfermedad celíaca (EC) es un trastorno sistémico de origen inmunológico, desencadenado por la ingesta de gluten en individuos genéticamente predispuestos. Su diagnóstico se basa en la sospecha clínica, la detección de anticuerpos específicos y, en algunos casos, la biopsia intestinal. Sin embargo, se estima que una proporción significativa de pacientes permanece sin diagnosticar debido a la variabilidad de su presentación clínica.
En septiembre de 2023, Italia aprobó un cribado universal para la EC en niños de 1 a 17 años, basado en estudios que revelaron que el 60% de los casos diagnosticados mediante cribado no habían sido identificados previamente. Esto ha reabierto el debate sobre la pertinencia de la detección masiva de la enfermedad. Si bien la EC cumple con la mayoría de los criterios clásicos de cribado, persisten dudas sobre la utilidad de diagnosticar a pacientes asintomáticos, dado que la evidencia sobre la prevención de complicaciones graves en este grupo es limitada.
La implementación de un cribado universal conlleva desafíos metodológicos, como la posibilidad de falsos negativos y el costo del programa. Alternativas intermedias, como la búsqueda activa de casos en poblaciones de riesgo o el cribado oportunista, podrían ser estrategias viables. La decisión de adoptar el cribado universal dependerá de la “prevalencia oculta” en cada país y de la capacidad del sistema sanitario para mejorar la detección clínica de la enfermedad.