El consumo de sustancias psicoactivas representa un desafío significativo para la salud pública, con impactos notorios en el sistema cardiovascular. Diversos estudios han demostrado que el uso de drogas como la cocaína, metanfetaminas y opioides puede provocar enfermedades cardiovasculares graves, incluyendo arritmias, miocarditis, hipertensión, infartos de miocardio y endocarditis infecciosa1-5. La relación entre el abuso de sustancias y las enfermedades cardiovasculares se debe a mecanismos fisiológicos que incluyen la activación del sistema nervioso simpático, el estrés oxidativo y la disfunción endotelial1-2.
El impacto de las drogas en la salud cardiovascular no solo afecta a consumidores crónicos, sino también a usuarios esporádicos, quienes pueden desarrollar condiciones severas como insuficiencia cardíaca aguda3. Además, el uso de drogas inyectables está directamente relacionado con el incremento de casos de endocarditis infecciosa, una patología con alta tasa de morbilidad y mortalidad4.
Es fundamental implementar estrategias de prevención y tratamiento que incluyan un enfoque multidisciplinario, combinando la evaluación de riesgo cardiovascular con intervenciones para el manejo del abuso de sustancias5. La anamnesis detallada sobre el historial de consumo de drogas debería ser una parte esencial de la evaluación clínica de pacientes con factores de riesgo cardiovasculares5. La integración de la cardiología con la toxicología y la medicina de adicciones podría mejorar significativamente los resultados de estos pacientes5.
The use of psychoactive substances represents a significant public health challenge, with notorious impacts on the cardiovascular system. Studies have shown that the use of drugs such as cocaine, methamphetamines and opioids can lead to serious cardiovascular diseases, including arrhythmias, myocarditis, hypertension, myocardial infarction and infective endocarditis1-3. The link between substance abuse and cardiovascular disease is due to physiological mechanisms including sympathetic nervous system activation, oxidative stress and endothelial dysfunction.
The impact of drugs on cardiovascular health affects not only chronic users, but also sporadic users, who may develop severe conditions such as acute heart failure. In addition, injecting drug use is directly related to the increase in cases of infective endocarditis, a pathology with a high morbidity and mortality rate.