Jorge Pereda Pañar, Javier Pina Sariñena, Jorge Martínez Catalán, Elena Ripa Laguna, Clara Maria Marqués Martínez, Santiago Roda Soria
La Entamoeba histolytica es un protozoo parásito que causa la amebiasis, una infección intestinal que puede ser grave, especialmente en áreas con malas condiciones de saneamiento. Esta infección puede ser asintomática o presentar manifestaciones como colitis amebiana, disentería, y complicaciones extraintestinales, como abscesos hepáticos y amebiasis pulmonar. El ciclo vital del parásito tiene dos fases: el trofozoíto, invasivo y ameboide, y el quiste, infectante. La transmisión ocurre principalmente por vía digestiva, aunque también puede ocurrir por contacto sexual, convirtiéndose en una enfermedad de transmisión sexual en ciertos contextos. La fisiopatología incluye la invasión del epitelio intestinal por los trofozoítos, lo que puede llevar a metástasis a otros órganos. El diagnóstico se realiza a través de diversas pruebas microscópicas, serológicas y de imagen. El tratamiento se basa en amebicidas como el metronidazol, aunque la toxicidad de estos fármacos genera preocupaciones. A pesar de que la mayoría de las infecciones son leves o asintomáticas, el diagnóstico y tratamiento oportuno son cruciales para evitar complicaciones graves. Investigaciones sobre nuevos medicamentos como la nitazoxanida podrían mejorar el tratamiento en el futuro.
Entamoeba histolytica is a parasitic protozoan that causes amoebiasis, an intestinal infection that can be severe, especially in areas with poor sanitation. This infection can be asymptomatic or present manifestations such as amoebic colitis, dysentery, and extraintestinal complications such as liver abscesses and pulmonary amebiasis. The life cycle of the parasite has two phases: the invasive, amoeboid trophozoite and the infecting cyst. Transmission occurs mainly via the digestive tract, although it can also occur through sexual contact, making it a sexually transmitted disease in certain contexts. Pathophysiology includes invasion of the intestinal epithelium by trophozoites, which can lead to metastasis to other organs. Diagnosis is made by various microscopic, serological and imaging tests. Treatment is based on amoebicides such as metronidazole, although the toxicity of these drugs raises concerns. Although most infections are mild or asymptomatic, early diagnosis and treatment are crucial to avoid serious complications. Research on new drugs such as nitazoxanide could improve treatment in the future.