Enmarcados dentro de un entorno educativo en evolución constante, la integración de las tecnologías digitales y el uso de las simulaciones no solo es una tendencia inevitable, sino que es una respuesta crítica a las necesidades modernas de la formación profesional en ciencias de la salud. A medida que las instituciones buscan formas de mejorar los aprendizajes de la clínica, la evidencia cognitiva acumulada comienza a cerrar el debate de que la tecnología no solo complementa, sino que supera en muchos aspectos a los métodos tradicionales de enseñanza. Al respecto, una revisión de 333 estudios con más de 12 000 participantes confrma lo que muchos docentes ya inferían: las plataformas móviles y las simulaciones virtuales ofrecen mejoras consistentes en la adquisición de conocimientos y habilidades prácticas clínicas, con efectos positivos que van desde leves a destacadas