El cáncer de mama es la neoplasia maligna más prevalente en la población femenina, representando un problema de salud pública relevante debido a su elevada incidencia y mortalidad asociada. En este contexto epidemiológico, la detección temprana se configura como pilar inexorable, ya que incrementa significativamente la supervivencia a medio y largo plazo. La implementación de la ecografía mamaria clínica en el ámbito de la Atención Primaria ha demostrado un impacto positivo en la práctica asistencial, facilitando la identificación precoz de lesiones sospechosas, reduciendo los tiempos de espera para pruebas complementarias regladas y agilizando la derivación a servicios de atención especializada.
El caso clínico presentado ilustra cómo el empleo combinado de ecografía y elastografía mejora la precisión diagnóstica, proporcionando información clave para realizar una adecuada orientación clínica en la interconsulta a especializada. Resulta esencial destacar dos aspectos relevantes; en primer lugar, aunque la elastografía permite evaluar la rigidez tisular, su utilidad diagnóstica depende de la correcta selección del área de referencia. En segundo lugar, el abordaje diagnóstico- terapéutico debe integrarse en un proceso multidisciplinar longitudinal, más si cabe en pacientes de edad avanzada, donde la toma de decisiones considere no sólo la edad cronológica, sino la comorbilidad asociada y la capacidad funcional del paciente para tolerar el tratamiento, priorizando así un manejo individualizado ajustado a su situación basal.
Breast cancer is the most prevalent malignancy in the female population, representing a significant public health problem due to its high incidence and associated mortality. In this epidemiological context, early detection is an essential pillar, as it significantly increases medium and long-term survival. The implementation of clinical breast ultrasound in the Primary Care setting has demonstrated a positive impact on healthcare practice, facilitating the early identification of suspicious lesions, reducing waiting times for regulated complementary tests and speeding up referral to specialized care services.
The clinical case presented illustrates how the combined use of ultrasound and elastography improves diagnostic accuracy, providing key information for adequate clinical guidance in the specialized consultation. It is essential to highlight two relevant aspects; firstly, although elastography allows the assessment of tissue stiffness, its diagnostic usefulness depends on the correct selection of the reference area. Secondly, the diagnostic-therapeutic approach must be integrated into a longitudinal multidisciplinary process, especially in elderly patients, where decision-making considers not only chronological age, but also associated comorbidity and the patient’s functional capacity to tolerate treatment, thus prioritizing individualized management adjusted to their baseline situation.