El penfigoide ampolloso (PA) es una enfermedad autoinmune rara que afecta principalmente a individuos de edad avanzada, caracterizándose por la formación de ampollas tensas sobre una base eritematosa. Aunque su patogenia es compleja, se sabe que está mediada por la producción de autoanticuerpos contra componentes de la membrana basal epidérmica, lo que provoca un proceso inflamatorio que lleva a la formación de las características ampollas. El tratamiento estándar del PA incluye el uso de corticosteroides sistémicos y tópicos, aunque la identificación y eliminación de factores desencadenantes juega un papel crucial en el manejo de la enfermedad1.
En los últimos años, han surgido evidencias que sugieren que algunos fármacos utilizados en el tratamiento de enfermedades crónicas pueden inducir la aparición de PA. Entre ellos, los inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (iDPP-4), una clase de fármacos utilizados comúnmente en el manejo de la diabetes tipo 2, han sido asociados con el desarrollo de reacciones cutáneas, incluyendo el PA2.
Este caso tiene como objetivo subrayar la importancia de la atención primaria en la detección temprana de reacciones cutáneas adversas a fármacos, como el penfigoide ampolloso, especialmente en pacientes de edad avanzada con comorbilidades como la diabetes mellitus tipo 2. La identificación temprana de estos efectos adversos es crucial para evitar complicaciones graves y mejorar el pronóstico del paciente.
Bullous pemphigoid (BP) is a rare autoimmune disease primarily affecting elderly individuals, characterized by the formation of tense blisters over an erythematous base. Although its pathogenesis is complex, it is known to be mediated by the production of autoantibodies against components of the epidermal basement membrane, leading to an inflammatory process that results in the characteristic blister formation. Standard treatment for BP includes systemic and topical corticosteroids, although the identification and removal of triggering factors play a crucial role in managing the disease1.
In recent years, evidence has emerged suggesting that some drugs used in the treatment of chronic conditions may induce the onset of BP. Among these, dipeptidyl peptidase-4 inhibitors (iDPP-4), a class of drugs commonly used in the management of type 2 diabetes, have been associated with the development of cutaneous reactions, including BP2.
This case aims to highlight the significance of primary care in the early detection of adverse cutaneous drug reactions, such as bullous pemphigoid, particularly in elderly patients with comorbidities such as type 2 diabetes mellitus. Early identification of these adverse effects is crucial for preventing severe complications and improving patient outcomes.