El tratamiento quirúrgico para los pacientes diagnosticados de carcinoma de laringe es una laringectomía parcial o total. Tras la intervención, reciben nutrición enteral para favorecer la cicatrización interna. Esta nutrición se lleva a cabo a través de sonda nasogástrica durante, aproximadamente, dos o tres semanas, iniciándose ésta a las 24-36 horas después de la cirugía, si no existen complicaciones.
Tras estas semanas de estancia hospitalaria, los pacientes tienen una pérdida de peso entorno a los 7-8 kg. De ahí surge la necesidad de crear un protocolo enfermero con el que se pretende unificar los criterios de cuidado y mejorar el estado nutricional durante la estancia hospitalaria.
En el protocolo propuesto se dan pautas para la valoración focalizada del estado de nutrición al ingreso del paciente, se indican los diagnósticos enfermeros más frecuentes y se proponen actuaciones enfermeras para el manejo de los mismos. Una vez que ya está iniciada su puesta en práctica, el protocolo deberá ser evaluado, pero ya se percibe que existe un mayor control sobre el estado de nutrición del paciente y una mejora en la educación para el autocuidado.