Laura Herrero Martin, Ani Khachatryan Sirakanyan, Marta Mur Irizar, David Guallar García, Nuria Céspedes Fanlo, Lorien Bovio Albasini
El espectro de acretismo placentario, anteriormente conocido como placenta mórbida adherente, engloba un rango de patologías que incluyen placenta accreta, increta y percreta. Su principal etiología se asocia a defectos en la interface endometrio-miometrial, generalmente vinculados a cicatrices uterinas, lo que permite una invasión anormal de las vellosidades coriónicas. Esta condición es una causa importante de morbilidad y mortalidad materna debido al riesgo de hemorragias graves que pueden requerir histerectomía, transfusiones masivas de sangre y cuidados intensivos. Su incidencia ha aumentado en las últimas décadas, principalmente debido al incremento de cesáreas previas, uno de los principales factores de riesgo junto con la placenta previa, edad materna avanzada y multiparidad.
El diagnóstico prenatal, generalmente por ultrasonografía, es crucial para optimizar resultados mediante un manejo planificado en centros especializados con equipos multidisciplinarios. Además, los protocolos de anestesia obstétrica han evolucionado para minimizar riesgos durante procedimientos quirúrgicos de alta complejidad, incorporando técnicas neuroaxiales y manejos hemodinámicos específicos.
El tratamiento de elección en la mayoría de los casos es la histerectomía cesárea sin intento de remoción placentaria. Alternativamente, se están explorando enfoques conservadores y expectantes en casos seleccionados, aunque con resultados variables y riesgos considerables. Este artículo revisa la etiología, factores de riesgo, diagnóstico y las estrategias de manejo desde una perspectiva multidisciplinaria, resaltando los avances en anestesia y cuidados intensivos obstétricos.
Placenta accreta spectrum, formerly known as morbidly adherent placenta, encompasses a range of pathological conditions, including placenta accreta, increta, and percreta. Its primary etiology is associated with defects in the endometrial-myometrial interface, often linked to uterine scars, which allow abnormal invasion of chorionic villi. This condition is a significant cause of maternal morbidity and mortality due to the risk of severe hemorrhage, which may require hysterectomy, massive blood transfusion, and intensive care. Its incidence has risen in recent decades, primarily due to the increasing prevalence of prior cesarean deliveries, a major risk factor along with placenta previa, advanced maternal age, and multiparity.
Prenatal diagnosis, typically via ultrasonography, is crucial to optimizing outcomes through planned management in specialized centers with multidisciplinary teams. Additionally, advances in obstetric anesthesia protocols have improved safety during high-risk surgical procedures, incorporating neuroaxial techniques and specific hemodynamic management.
The treatment of choice in most cases is cesarean hysterectomy without attempting placental removal. Alternatively, conservative and expectant approaches are being explored in selected cases, though with variable outcomes and significant risks. This article reviews the etiology, risk factors, diagnostic tools, and management strategies from a multidisciplinary perspective, highlighting recent advances in anesthesia and obstetric critical care.