Objetivos: Analizar las desigualdades en la salud mental según el género y la cualificación del trabajo de la población ocupada, e identificar los factores laborales de riesgo psicosocial y las condiciones de empleo asociadas con el estado de salud mental de esta población.
Métodos: Estudio transversal con datos de la Encuesta de Salud de Barcelona de 2000. Se incluyó la población ocupada de 16 a 64 años de edad (2.322 hombres y 1.836 mujeres). El estado de salud mental se midió con el cuestionario GHQ-12. Se ajustaron modelos de regresión logística para calcular las odds ratio ajustadas (ORa) con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Resultados: La prevalencia de mala salud mental varió del 8% en los hombres con ocupaciones no manuales al 19% en las mujeres con ocupaciones manuales. Las mujeres presentaban un mayor riesgo de mala salud mental que los hombres, aunque las diferencias de sexo fueron superiores entre las trabajadoras manuales (ORa respecto a los hombres del mismo grupo = 2,26; IC del 95%, 1,68-3,05). Las diferencias según la cualificación profesional solamente se presentaron en las mujeres, con una ORa de 1,58 (IC del 95%, 1,22-2,05) de las trabajadoras manuales respecto a las no manuales. Los factores de riesgo psicosocial se asociaron con la salud mental: las exigencias psicológicas en todos los grupos, la autonomía sólo en las ocupaciones no manuales y el apoyo social únicamente en las mujeres más cualificadas. Algunas condiciones de empleo, como trabajar en jornada partida o con un contrato temporal, sólo se asociaron con la salud mental en las ocupaciones manuales.
Conclusiones: La salud mental de la población ocupada se relaciona con la cualificación profesional y el género; la situación más desfavorable corresponde a las mujeres, especialmente las que tienen ocupaciones manuales. Los factores laborales de naturaleza psicosocial se asocian con el estado de salud mental y también con un patrón diferencial según la cualificación laboral y el género.