Introducción: El contacto piel con piel (CPP) entre madre e hijo inmediatamente después del nacimiento ha sido ampliamente estudiado debido a sus efectos positivos en la estabilidad fisiológica del neonato y el fortalecimiento del vínculo maternofilial.
Objetivo: Evaluar la literatura existente sobre los efectos del CPP en la salud de recién nacidos y analizar la evidencia disponible sobre los beneficios del CPP en diferentes escenarios clínicos.
Metodología: Se llevó a cabo una revisión sistemática en bases de datos como PubMed, Scopus y WOS, empleando operadores booleanos para mejorar la elección de investigaciones sobre CPP. Se aplicaron filtros para incluir artículos más recientes, de idioma inglés o español y de acceso libre. La elección se llevó a cabo en dos fases: inicialmente, revisión de títulos y resúmenes, y posteriormente, estudio minucioso del contenido para corroborar su importancia.
Resultados: Los estudios revisados indican que el CPP mejora la estabilidad cardiorrespiratoria, disminuye el riesgo de hipotermia y favorece el inicio temprano de la lactancia materna. En neonatos de madres con COVID-19, no se evidenció un aumento significativo en la transmisión del virus cuando se implementaron medidas de seguridad adecuadas. En partos por cesárea, se observaron beneficios similares a los de partos vaginales cuando se implementó el CPP de manera temprana.
Conclusiones: El CPP es una práctica segura y beneficiosa que debe ser promovida en todos los escenarios perinatales siempre que la estabilidad del neonato y la madre lo permitan.
Introduction: Skin-to-skin contact (PPC) between mother and infant immediately after birth has been widely studied due to its positive effects on the physiological stability of the neonate and the strengthening of the maternal-filial bond.
Objective: To evaluate the existing literature on the effects of PPC on newborn health and to analyse the available evidence on the benefits of PPC in different clinical settings.
Methodology: A systematic review was carried out in databases such as PubMed, Scopus and WOS, using Boolean operators to improve the choice of research on PPC. Filters were applied to include more recent, English or Spanish language and open access articles. The selection was carried out in two phases: initially, review of titles and abstracts, and subsequently, careful study of the content to corroborate its relevance.
Results: The studies reviewed indicate that CPP improves cardiorespiratory stability, reduces the risk of hypothermia and favours early initiation of breastfeeding. In neonates born to mothers with COVID-19, there was no significant increase in virus transmission when appropriate safety measures were implemented. In caesarean deliveries, similar benefits to vaginal deliveries were observed when CPP was implemented early.
Conclusions: CPP is a safe and beneficial practice that should be promoted in all perinatal settings whenever the stability of the neonate and the mother allows it.