Laura Paz Letona Barrios, Yolanda Goded Bajén, Andrea Becerra Aineto, Eva Teresa Campos Picontó, Cristina Sánchez Robles Tré, Mónica Sachi Martínez Mihara
La Trombosis Venosa Superficial (TVS) es una condición común, benigna y autolimitada, caracterizada por la formación de un coágulo en las venas superficiales. Aunque generalmente no es grave, se debe diferenciar de la trombosis venosa profunda (TVP), la cual puede causar complicaciones graves como el tromboembolismo pulmonar ( TEP).
Dentro de las causas y los factores de riesgo más destacables incluyen varices, embarazo, inmovilización, obesidad, tabaquismo, trauma, uso de catéteres intravenosos, trombofilias y cáncer.
Esta entidad es más común en mujeres y su incidencia aumenta con la edad.
La clínica característica se presenta con dolor, enrojecimiento, inflamación y una vena palpable como un cordón. Puede resolverse espontáneamente en 1-2 semanas, aunque en algunos casos persiste. Se diferencia de la TVP por la falta de hinchazón generalizada de la extremidad.
El diagnóstico se basa en la clínica y la ecografía Doppler se utiliza para confirmar el diagnóstico, evaluar la extensión y descartar la coexistencia de TVP. Es crucial realizar esta prueba en casos con factores de riesgo elevados o evolución atípica.
El objetivo del tratamiento es prevenir complicaciones, aliviar síntomas y reducir el riesgo de recurrencia. El manejo depende de la gravedad:
Casos leves: Elevación de la extremidad, frío local, AINEs y medias de compresión.
Casos intermedios y graves: Anticoagulantes como Enoxaparina, Fondaparinux o Rivaroxabán durante 45 días, con dosis ajustadas según el riesgo.
La derivación a cirugía vascular o hematología puede ser necesaria en casos recurrentes o casos asociados a trombofilias.
Dentro de las complicaciones se incluyen la progresión a TVP, tromboembolismo pulmonar, insuficiencia venosa crónica, hiperpigmentación y formación de abscesos en casos de tromboflebitis sépticas.
Superficial Vein Thrombosis (SVT) is a common, benign and self-limiting condition, characterized by the formation of a clot in the superficial veins. Although it is generally not a serious condition, it must be differentiated from deep vein thrombosis (DVT), which can cause serious complications such as pulmonary thromboembolism.
Among the most notable causes and risk factors include varicose veins, pregnancy, immobilization, obesity, smoking, trauma, use of intravenous catheters, thrombophilias and cancer.
This entity is more common in women and its incidence increases with age.
The typical clinical presentation is pain, redness, inflammation and a palpable vein. It can be resolved spontaneously in 1-2 weeks, although in some cases it persists. It is differentiated from DVT by the lack of generalized swelling of the extremity.
The diagnosis is based on clinical signs and Doppler ultrasound is used to confirm the diagnosis, evaluate the extension and rule out the coexistence of DVT. It is crucial to perform this test in cases with high risk factors or atypical evolution.
The goal of treatment is to prevent complications, relieve symptoms, and reduce the risk of recurrence. Management depends on severity:
• Mild cases: Elevation of the extremity, local cold, NSAIDs and compression stockings.
• Intermediate and severe cases: Anticoagulants such as Enoxaparin, Fondaparinux or Rivaroxaban for 45 days, with doses adjusted according to risk.
• Referral to vascular surgery or hematology may be necessary in recurrent cases or cases associated with thrombophilias.
Complications include progression to DVT, pulmonary thromboembolism, chronic venous insufficiency, hyperpigmentation, and abscess formation in cases of septic thrombophlebitis.