La terapia con ozono (O₃) ha ganado popularidad en la medicina moderna por sus beneficios terapéuticos, bajo costo y su capacidad para ofrecer una alternativa no invasiva a los tratamientos convencionales. A pesar de su reputación inicial como gas peligroso, se ha demostrado que el ozono es eficaz en más de 50 condiciones médicas, con pocos efectos secundarios. Este gas, con propiedades oxidantes, se usa en el tratamiento de diversas afecciones, como enfermedades de la piel, hernias de disco, complicaciones de la diabetes, trastornos autoinmunes y enfermedades cardiovasculares. En dermatología, el ozono es útil para tratar infecciones cutáneas, enfermedades inflamatorias y úlceras crónicas.
El ozono acelera la cicatrización de heridas al promover la regeneración celular, además de tener propiedades antibacterianas y antivirales a nivel sistémico. Su acción sobre las células favorece la circulación sanguínea, mejora la entrega de oxígeno a los tejidos y optimiza el metabolismo de la glucosa. También activa enzimas antioxidantes que modulan las respuestas inflamatorias y antioxidantes en el cuerpo.
El ozono es especialmente eficaz contra virus, bacterias y hongos debido a sus propiedades antimicrobianas, lo que lo convierte en una opción prometedora para tratar infecciones virales. Aunque generalmente es seguro, su uso debe ser controlado, ya que puede irritar los ojos y el sistema respiratorio en concentraciones altas. La ozonoterapia rectal es otro enfoque utilizado, siendo seguro y eficaz. En el tratamiento de la psoriasis, el ozono tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos y germicidas. En conclusión, la ozonoterapia es una opción accesible y efectiva que sigue ganando reconocimiento en la medicina.
Ozone therapy (O₃) has gained popularity in modern medicine due to its therapeutic benefits, low cost, and its ability to offer a non-invasive alternative to conventional treatments. Despite its initial reputation as a dangerous gas, ozone has been shown to be effective in over 50 medical conditions, with few side effects. This gas, with oxidative properties, is used in the treatment of various ailments such as skin diseases, herniated discs, diabetes complications, autoimmune disorders, and cardiovascular diseases. In dermatology, ozone is useful for treating skin infections, inflammatory diseases, and chronic ulcers.
Ozone accelerates wound healing by promoting cellular regeneration, and also has antibacterial and antiviral properties at the systemic level. Its action on cells supports blood circulation, improves oxygen delivery to tissues, and optimizes glucose metabolism. It also activates antioxidant enzymes that modulate inflammatory and antioxidant responses in the body.
Ozone is particularly effective against viruses, bacteria, and fungi due to its antimicrobial properties, making it a promising option for treating viral infections. Although generally safe, its use must be controlled, as it can irritate the eyes and respiratory system at high concentrations. Rectal ozone therapy is another approach that is both safe and effective. In psoriasis treatment, ozone has anti-inflammatory, analgesic, and germicidal effects. In conclusion, ozone therapy is an accessible and effective option that continues to gain recognition in medicine.