Berta Artigas Lucia, Ainhoa Baranco Ramírez, María Marquina González, Leticia López Sierra, Mireya Piñol Mendía, María Torre Portella
La utilización de la ecografía en la canalización vascular se ha convertido en un estándar de cuidado recomendado por la evidencia científica actual. Su aplicación aporta rapidez, eficiencia y seguridad al procedimiento, beneficiando tanto al paciente como al profesional sanitario. La canalización vascular sin guía ecográfica puede presentar dificultades, especialmente en pacientes con anatomía compleja o en situaciones de emergencia. Los repetidos intentos de punción aumentan el malestar y la ansiedad en el paciente, pudiendo llegar a ser traumáticos. Para el profesional, la dificultad en la canalización genera frustración y aumenta la presión durante el procedimiento. A nivel institucional, la canalización a ciegas puede ser ineficiente, prolongando los tiempos de atención y elevando los costes. El éxito de la canalización vascular, con o sin ecografía, depende en gran medida de la experiencia del operador. La técnica ecoguiada, si bien reduce la dificultad del procedimiento, requiere un proceso de aprendizaje y entrenamiento para su dominio. Es fundamental que el personal sanitario, tanto médico como de enfermería, adquiera la competencia necesaria en el manejo de la ecografía y en la técnica de canalización específica que vaya a realizar.
The use of ultrasound in vascular cannulation has become a standard of care recommended by current scientific evidence. Its application provides speed, efficiency, and safety to the procedure, benefiting both the patient and the healthcare professional. Vascular cannulation without ultrasound guidance can be challenging, particularly in patients with complex anatomy or in emergency situations. Repeated puncture attempts increase discomfort and anxiety for the patient, potentially becoming traumatic. For the professional, difficulty in cannulation generates frustration and increases pressure during the procedure. At an institutional level, blind cannulation can be inefficient, prolonging care times and raising costs. The success of vascular cannulation, with or without ultrasound, largely depends on the operator’s experience. Although ultrasound-guided techniques reduce the difficulty of the procedure, they require a process of learning and training to achieve proficiency. It is essential for healthcare personnel, both medical and nursing staff, to acquire the necessary competence in ultrasound use and in the specific cannulation technique they are performing.