Laura Mínguez Braulio, Ignacio Ladrero Paños, Marcos Buey Aguilar, Pablo Abadías Acín, Eva Ángela Cortés Inglés, Cristina López Esbec
La Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) se encarga del cuidado de pacientes tras cirugías o procedimientos bajo anestesia. Destaca su cercanía a quirófanos y unidades críticas, con características esenciales como puertas amplias y una sala abierta para mejor monitoreo. El equipo básico incluye monitores, equipos de manejo de vía aérea, y medicación para complicaciones.
El proceso de recepción del paciente involucra una comunicación breve del anestesiólogo con la enfermería, detallando la identificación, diagnóstico, evolución intraoperatoria, y administración de medicamentos. Las complicaciones postoperatorias son comunes, destacándose las respiratorias y cardiovasculares. El dolor es una complicación significativa, con escalas específicas para su evaluación, y estrategias de manejo que incluyen el uso de fármacos y bloqueos locorregionales.
Otras complicaciones como náuseas, vómitos, hipotermia, hipertensión arterial, y problemas respiratorios deben tenerse también en cuenta. La hipotermia, por ejemplo, se asocia a resultados adversos como infecciones y mayor riesgo de eventos cardiovasculares, mientras que la hipertensión posoperatoria se relaciona con un aumento en la actividad simpática.
Los criterios de alta se evalúan mediante escalas como la de Aldrete y la de Steward, las cuales valoran el estado respiratorio, circulatorio, conciencia y actividad del paciente. Un puntaje ideal es de 10 puntos, aunque hay discrepancias sobre la puntuación mínima aceptable para dar el alta.
The Post Anaesthesia Recovery Unit (PARU) is responsible for the care of patients after surgery or procedures under anaesthesia. It is close to operating theatres and critical units, with essential features such as wide doors and an open room for better monitoring. Basic equipment includes monitors, airway management equipment, and medication for complications.
The patient reception process involves brief communication from the anaesthesiologist to the nurse, detailing identification, diagnosis, intraoperative progress, and medication administration. Postoperative complications are common, with respiratory and cardiovascular complications being the most common. Pain is a significant complication, with specific scales for its evaluation, and management strategies including the use of drugs and locoregional blocks.
Other complications such as nausea, vomiting, hypothermia, hypertension, and respiratory problems must also be taken into account. Hypothermia, for example, is associated with adverse outcomes such as infections and increased risk of cardiovascular events, while postoperative hypertension is related to increased sympathetic activity.
Discharge criteria are assessed using scales such as the Aldrete and Steward scales, which assess the patient’s respiratory, circulatory, consciousness and activity status. An ideal score is 10 points, although there are discrepancies about the minimum acceptable score for discharge.