Néstor José Fiore, Osvaldo Romano, Alejandro Mengotti, Jorge Lambre, Fernando Dittlar
Introducción: Analizar los resultados clínicos e imaginológicos en el tratamiento quirúrgico de la mielopatía cervicoartrósica con la laminoplastia cervical.
Materiales y métodos: Entre 1986 y 2004 operamos a 78 pacientes (47 eran varones), con una edad media de 62,3 años. La valoración clínica se realizó siguiendo la escala de Nurick. En 15 pacientes existieron enfermedades asociadas.
Clínica: presentaron cervicalgia 65 pacientes y dolor radicular (o seudorradicular) 57 pacientes. Según el cuadro neurológico de Crandall y Batzdorf, 55 (70,5%) fueron de tipo I, 14 de tipo II, 4 de tipo III, ninguno de tipo IV y 5 de tipo V. Presentaron hipotrofia muscular 41 pacientes (52,5%) y fasciculaciones 38 pacientes (48,7%). El signo de Babinski estuvo presente en 41 casos (52,5%), el de Lhermitte en 37 (47,3%) y el de Hoffman en 56 (71,9%);
47 pacientes (61,5%) presentaron clonus.
Estudios complementarios: analizamos el eje sagital en radiografías: 22 (28,2%) en lordosis, 49 (62,8%) rectas, 3 (3,8%) en cifosis y 4 (5,1%) de tipo sigmoidea. Según el índice de Torg y Pavlov, 40 pacientes tuvieron estrechez constitucional (51,3%) y 38 conducto predominante degenerativo (48,7%), 47 (60,2%) evidenciaron signos de mielomalacia en la resonancia magnética (RM).
En estudios complementarios evaluamos: eje radiológico sagital (n 25), movilidad radiológica en flexión-extensión (n 20), diámetro anteroposterior en la tomografía computarizada (n 10) y reubicación medular en la resonancia magnética (RM) (n 10) mediante el uso de la “línea espinosa posterior”.
Resultados: El nivel más frecuente de laminoplastia fue C3 a C7 en 54 casos (69,2%).
Se evaluaron 76 pacientes, ya que hubo dos óbitos antes del año. El seguimiento medio fue de 59,1 meses (12- 180). El puntaje de Nurick pasó de 3,37 a 1,85 (p < 0,01).
Se observó algún grado de mejoría en 69 pacientes (90,7%), en 7 pacientes no hubo cambio (9,3%) y ningún paciente se agravó. Con respecto al eje radiológico (n 25) no encontramos modificaciones significativas al año. La movilidad medida en radiografías en flexión y extensión (n 20) disminuyó un 46%. El diámetro anteroposterior medido por tomografía computarizada (n 10) aumentó un 96%. Respecto de la reubicación medular constatamos una centralización en el conducto vertebral, evaluando en el T2 sagital de la resonancia magnética (n 10) la distancia entre la cara anterior de la médula y una línea espinosa posterior.
Conclusiones: Hubo alguna mejoría en 69 de 76 pacientes (90,7%). Si, de acuerdo con la línea espinosa posterior se presume una correcta alineación medular dentro del conducto, la laminoplastia parece una técnica aceptable y permite posicionar la médula dentro del conducto.
Background: To analyze clinical and imaging results of cervical laminoplasty for cervical spondylotic myelopathy.
Methods: Between 1986 and 2004 we operated 78 patients (47 were males), mean age: 62.3 years. The Nurick scale was used for clinical assessment. Fifteen patients presented associated disorders.
Clinics: 65 patients had neck pain and 57 had root (or pseudoradicular) pain. According to the Crandall and Batzdorf classification, 55 (70.5%) were type I, 14 type II, 4 type III, none was type IV, and 5 were type V. Forty one patients had muscle hypertrophy (52.5%) and 38 patients presented fasciculation (48.7%). The Babinski sign was present in 41 cases (52.5%), Lhermitte’s in 37 (47.3%) and Hoffman’s in 56 (71.9%); 47 patients (61.5%) presented clonus.
Additional tests: we analyzed the radiographic sagittal axis: 22 (28.2%) in lordosis, 49 (62.8%) straight, 3 (3.8%) in kyphosis and 4 (5.1%) were the sigmoid-type.
According to Torg and Pavlov index, 40 patients presented constitutional narrowing (51.3%) and 38 a predominantly degenerative canal (48.7%), 47 (60.2%) presented signs of myelomalacia in the MRI (n 10) using the “posterior spinous process line”.
Results: The most frequent laminoplasty level was C3 to C7 in 54 cases (69.2%).
76 patients were evaluated, since two died before the first year. The mean follow-up was 59.1 months (12- 180). The Nurick score went from 3.37 to 1.85 (p < 0,01). Some improvement was seen in 69 patients (90.7%), 7 patients presented no change (9.3%) and no patient got worse. With respect to the radiologic axis (n 25) we did not find significant changes at one year.
Motion measured in flexion and extension X-rays (n 20) decreased by 46%. The AP diameter measured with CT (n 10) increased by 96%. As for the cord repositioning we confirmed centralization in the spinal canal, measuring in the sagittal T2 MRI (n 10) the distance between the anterior aspect of the cord and a posterior spinal line.
Conclusions: 69 out of 76 patients showed some improvement (90.7%). If, based on the posterior spinous process line the correct cord alignment inside the canal is assumed, the laminoplasty seems an acceptable technique and allows positioning of the cord inside the canal.