Carlos Sánchez Allueva, María Cristina Sáenz Martínez Portillo, Mónica Anicuta Hila, Ana Belén Piedrafita Embid, Alba Alares Montesinos
El ICTUS, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe. La falta de oxígeno y nutrientes puede causar daño cerebral en minutos. Es una de las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo.
La prevalencia del ictus varía según la región y los factores de riesgo en la población. A nivel mundial, se estima que alrededor de 15 millones de personas sufren un ictus cada año, y aproximadamente un tercio de estos casos resulta en muerte. En general, la prevalencia es mayor en personas mayores de 65 años, aunque también está aumentando en poblaciones más jóvenes debido a factores como la hipertensión, la diabetes y el sedentarismo.
En países desarrollados, la prevalencia de ictus es más alta debido a una mayor esperanza de vida, mientras que, en países en desarrollo, la falta de acceso a atención médica y la presencia de enfermedades infecciosas pueden influir en las tasas. Las campañas de prevención y concienciación son cruciales para reducir la incidencia y mejorar los resultados en la recuperación de los pacientes que han sufrido un ictus3,6.
Stroke, also known as cerebrovascular accident (CVA), occurs when blood flow to a part of the brain is interrupted. The lack of oxygen and nutrients can cause brain damage within minutes. It is a leading cause of disability and death worldwide.
The prevalence of stroke varies by region and risk factors in the population. Worldwide, it is estimated that about 15 million people suffer a stroke each year, and about one-third of these cases result in death. In general, the prevalence is higher in people over 65 years of age, although it is also increasing in younger populations due to factors such as hypertension, diabetes and sedentary lifestyles.
In developed countries, the prevalence of stroke is higher due to longer life expectancy, whereas, in developing countries, lack of access to medical care and the presence of infectious diseases can influence rates. Prevention and awareness campaigns are crucial to reduce the incidence and improve recovery outcomes for stroke patients.